El gobierno aceptó ayer rectificar su propuesta fiscal y recortar el incremento del 5% previsto para la tasa de residuos, rebajándolo al 1’5%. También iniciar la revisión catastral, para que el IBI, que también subirá un 1,5%, se ajuste más a la realidad. La decisión se tomó en el pleno de ordenanzas celebrado anoche, una sesión en la que el ejecutivo de Jordi Ballart aceptó incorporar a su dictamen enmiendas de todos los grupos de la oposición. El gesto le valió un primer voto de confianza de TeC, ERC-MES y la CUP, que que con su abstención permitieron la aprobación inicial de la propuesta de impuestos y tasas. Fue un gesto "crítico" y condicionado al debate de los presupuestos que arranca las próximas semanas. La oposición dejó claro que sólo apoyarán las cuentas municipales en diciembre si el bipartito aparca la dinámica contable para centrarse en un proyecto social, sólo si el presupuesto se basa en un plan de mandato. "La ciudad se merece tener un presupuesto -dijo el portavoz del gobierno Alfredo Vega-. Tenemos que seguir trabajando, no amenacen. La oposición puede bloquear la acción de gobierno pero yo confío en que, como hoy (por ayer) eso no ocurra".
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