Cuando los policías nacionales registraron a conciencia los dos coches que acababan de interceptar encontraron dentro 211 tabletas de hachís, más de veinte kilos. Eso afirma el fiscal, que acusa a los presuntos portadores de la droga de un delito contra la salud pública, de tráfico de estupefacientes, y pide que cada uno de ellos sea condenado a ocho años de prisión y al pago de una multa de 250.000 euros.
Mañana se cumplirá un año del operativo montado por el Cuerpo Nacional de Policía para pillar a los dos sospechosos, de origen marroquí, y para hoy está previsto el juicio en la Audiencia Provincial. El fiscal relata que A. K. y A. G., el primero de 32 años, el segundo de 22, fueron sorprendidos por los agentes a las 10.15 de la noche del 6 de noviembre pasado, cuando circulaban al volante de dos vehículos por la carretera de Castellar.
Y cocaína
Los dos coches eran de la misma marca y modelo. Según el Ministerio Público, llegado el momento del registro, los policías localizaron en uno de los automóviles veintiocho paquetes con un total de 203 tabletas de hachís. Más de diecinueve kilos. Al otro conductor le intervinieron una tableta de casi cien gramos de la misma sustancia, y en su vehículo, siete tabletas más (con 672 gramos), una bellota de la dicha droga (de casi cinco gramos) y 996,5 gramos de cocaína con una pureza del 82 por ciento.
Un procesado portaba 1.720 euros. Otro, treinta. La Policía Nacional se incautó también de cinco teléfonos móviles y de las llaves de un Audi Q7 que estaba estacionado cerca del lugar donde los agentes habían cazado a los sospechosos.