La mezcla de lluvia y viento asoló a Terrassa el lunes en un episodio meteorológico con pocos precedentes en el último lustro. Terrassa y Sabadell fueron, tras Lleida y Reus, las ciudades catalanas desde las que más llamadas se realizaron al 112 en una jornada marcada por los árboles y postes caídos, y por apagones e inundaciones. La Policía Municipal efectuó una treintena de intervenciones hasta la madrugada de ayer. Unas veinte hicieron los bomberos. El temporal, con un viento que alcanzó los 63 kilómetros por hora, dejó unos 65 litros de agua por metro cuadrado en doce horas, según datos de Mina.
A las 3.30 de la tarde la policía empezó a vigilar el estado de las rieras, en las que el caudal iba en peligroso aumento. Saltaron tapas de alcantarillado en la calle de Jiloca, y en la de Marconi. Poco antes de las cuatro de la tarde cayó un árbol sobre un coche en la calle de Saragossa. En la de Sant Jaume una pieza desprendida de un tejado causó daños en una terraza, y en la de Tortosa los bomberos retiraron un vidrio a punto de desplomarse. Sí se desplomó un poste que ocasionó desperfectos en dos vehículos en la calle de la Agricultura. En la calle de Josep Tapiolas un tejadillo de plástico se descolgó sobre unos cables eléctricos.
Conductor rescatado
Se apagaron semáforos en puntos como la carretera de Martorell, la Rambleta del Pare Alegre y la avenida de Àngel Sallent, donde hubo apagones. Se registraron desprendimientos de tierras en la carretera de Rubí y la avenida del Tèxtil.
A medianoche, agentes locales y vecinos de la zona limpiaron imbornales en la Ronda de Ponent para atajar una acumulación de agua que había obligado a cortar el tráfico. La misma entente desembozó alcantarillas en la calle de Dom Bosco, donde quedaron atrapados cuatro vehículos. En la avenida del Vallès los bomberos tuvieron que rescatar a un conductor.