“Estamos satisfechos. Los comerciantes se han volcado y los vecinos también. Las ventas no han sido muy elevadas pero ha valido la pena”. Este es el balance que realizaba Anna Marañón, dinamizadora de la Associació de Comerciants de Ca N’Anglada, entidad promotora de la feria comercial Tombacastanya que tuvo lugar el sábado en el barrio.
Durante todo el día, uno tramo amplio de la avenida de Barcelona, se llenó de carpas comerciales y también de talleres y actuaciones para incentivar el paseo y la visita de los ciudadanos. En las carpas, con la participación de 35 establecimientos, de todo un poco, aunque principalmente había ropa, complementos para el vestir y productos de alimentación.
Raquel Pérez, diseñadora y costurera, valoró la iniciativa. “Esta es la cuarta vez que me sumo al Tombacastanya. Es una buena idea porque ayuda a reactivar el comercio del barrio aunque las ventas, con la crisis, están poco animadas”. Maria Dolors Estrada, gerente de la firma Mari, dedicada a ropa infantil y ropa interior, también se manifestó en la misma línea. “Es una iniciativa y una buena experiencia porque hay un trato más próximo con la gente y el cliente”.
Los compradores aplaudieron el esfuerzo de los comerciantes. Joan y Tina, con su hija Marta, calificaron la actividad de interesante. “Este tipo de ferias dan vida a las tiendas pero también al barrio”. Carme también opinó así. “Fomenta la compra de productos y artículos porque lo tienes a pie de calle y es más fácil comprar. Está muy bien porque es un modo de activar la economía del sector”.
Ventas comerciales y alguna que otra solidaria. Paula y Julia, de 11 años, y Ruth, de 9, primas hermanas, ofrecían frutos secos y chuches. Su puesto de venta era uno de los más visitados debido a que estaba decorado con una castaña y dos calabazas gigantes. “Lo que recaudemos es para nuestra abuela que nos cuida muy bien”, explicaron.
Oferta lúdica
El Tombacastanya de este año contó con un programa lúdico promovido junto a diversas entidades del barrio. En la apertura, los más pequeños pudieron asistir a un espectáculo de la Bd2 de cuentacuentos a cargo de Joana Colomé y después a talleres infantiles del centro de esplai sobre máscaras, títeres y pulseras. Para los adultos hubo exhibición de country, a cargo de Austin Texas, y de zumba, hip-hop y coreografías burlescas por N-Forma.
En la feria también se entregaron los premios del concurso “Posa Fil a l’Agulla”, que pide adivinar el sentido de una frase. El primer premio y único, valorado en un cheque de trescientos euros, recayó en Adrià Pérez y el vale por importe de cincuenta euros en Dolors López Moya. Este certamen fue organizado en colaboración con el CNL de Terrassa y Rubí.