Terrassa

Walter Velázquez, la mirada del clown en el mundo de los ancianos

El clown argentino Walter Velázquez lleva ya varios años apostando por aproximarse al mundo de la tercera edad, una experiencia que precisamente comenzó en nuestro país, tal como explica el artista en una entrevista con este diario: “Hace siete u ocho años hice en Alcira (Valencia) una visita a un centro geriátrico que me gustó muchísimo; me sentí feliz. Yo tenía a un personaje mayor, viejo, de 84 años, y no me gustaba hacerlo de manera común, desdentado, encorvado… En ese geriátrico vi que había mucho más que eso, me enamoré del mundo de los ancianos y fui investigando.”

Así es como nació el personaje de Carlos Calostro Meconio, que quiso construir también a partir de su investigación en el alzheimer, para ir transmitiendo a su público perteneciente a la tercera edad la necesidad de prevenir y tratarse a tiempo, en ésta y en otras enfermedades a las que son proclives los mayores.
El artista presentó su personaje en la popular Muestra Internacional de Payasos de Xirivella, y ello llegó a oídos de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de Argentina, que ha apoyado una gira internacional del artista por Argentina y otros países; aparte de Terrassa, Walter Velázquez ha mostrado su propuesta en teatros y geriátricos de su país, Estocolmo, Copenhage, todo Brasil y México.
“Rescate emotivo” bebe, en parte, “de las cosas que escuché en estos geriátricos”, centros de todo tipo entre los que encontró incluso negocios sin homologar.

El personaje de su historia, Carlos Calostro Meconio, vive en una de esas residencias ilegales, Peras al Olmo. “Los fines de semana se escapa para ir a cantar tangos a la Milonga, pero como tiene alzheimer nunca llega. En este caso llega al Centre Cultural”, explica Velázquez. El suyo es una suerte de monólogo en el que reflexiona sobre “la política, la esonomía, la salud y la educación; es una reflexión para adultos. Los niños no tienen problemas con sus abuelos, pero los hijos con sus padres sí.”

Compartir con los niños
Con todo, Walter Velázquez sí invita a compartir su espectáculo con los más pequeños de la casa; “no hay que dejarlos sueltos por ahí, sino compartir el espectáculo con ellos, compartir con tus hijos.”
El espectáculo es la culminación de un periplo que le ha llevado por cuatro residencias geriátricas de Terrassa: Residència Sant Josep Oriol, el Centre d’Avis de Terrassa, La Llar Fundació y la Casa Vapor Gran. “Tengo que reconocer que, en comparación con otros países, los ancianos en Catalunya están muy bien tratados, cuidados, y las personas que llevan adelante a los ancianos son personas muy capaces, muy atentas y motivadas con lo que hacen.”

En esas residencias no hace talleres ni un show, aclara, sino que “lo que yo hago es una visita social. Primero converso con los profesionales para que me cuenten sobre la residencia y quién es quién. En base a eso trabajo con ellos; voy con mi personaje, les canto tangos y ellos son los protagonistas.” El tango es una gran baza; es un género conocido mundialmente y además, defiende Velázquez, “con la música se conecta en todos sitios.”

Una vez abandone su estancia en Terrassa, se marchará a Santiago de Compostela para ejercer como profesor. De vuelta a su país, seguirá adelante la tercera temporada en el Teatro Nacional de Argentina de “El Capitán Beto”, una obra infantil escrita y dirigida por él mismo.

Asimismo está preparando una trilogía sobre “El Quijote”, coincidiendo con la conmemoración del cuatrocientos aniversario de la muerte de su autor, Miguel de Cervantes. La propuesta llegará a Brasil, México y Argentina. En ella, tres personajes (uno en cada país) le servirán para abordar diversos temas. Sancho Panza le servirá para indagar en las instituciones mentales y “en la gente que está sola, los ancianos, los huérfanos, los locos”; Dulcinea le ayudará a trasladar a su público a la problemática de la violencia de género, mientras que el Quijote será el espejo de la gente que vive en la calle, muy numerosa en Argentina.

LA CITA
Espectáculo Walter Velázquez “Rescate emotivo (No passa res”)
Lugar Centre Cultural Terrassa
Hora Domingo, seis de la tarde
Precio 5 euros – Pack Familiar a 15 euros

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