Es un hecho indiscutible que desde hace unos años la festividad de Halloween ha ido ganando protagonismo. Incluso se podría decir que cada vez está más a la par con la Castanyada. Y es que no son pocos los que aprovechan estos días para decorar sus establecimientos con calabazas, telarañas, ratas, vampiros, brujas y algún que otro fantasma. Los naranjas y los negros invaden no solo tiendas de disfraces y complementos sino también pastelerías, bares y restaurantes que organizan fiestas en honor a los difuntos durante estos días.
La Sala Vinilo, el Bar Sant Patricks o la Kaña Bar son solo algunos de los ejemplos de establecimientos que celebrarán la noche de Halloween. Incluso en el Parc Vallès se ha preparado un pasaje del terror con el mítico Freddy Krueger. De hecho cada vez son más las personas que esperan este día tan terrorífico para disfrazarse, una tendencia que ha ido creciendo año tras año y que va camino de consolidarse. Prueba de ello es que tiendas de disfraces como La Bolsera (en la calle de La Rutlla) hace un lustro que van notando como la decoración de Halloween para el hogar y los trajes se venden más cada año que pasa. Y otro factor que llevará a que se termine de instalar esta fiesta es que los más pequeños ya conocen esta tradición norteamericana. Especialmente la del “¿Truco o Trato?”, que consiste en ir casa por casa a pedir caramelos. Si se responde “trato”, se dan los dulces a los pequeños que han llamado a nuestra puerta. Aunque si no se quiere y se responde “truco”, se puede ser blanco de alguna travesura (a veces de mal gusto, como la típica escena de película de lanzamiento de huevos).
