Despedida por todo lo alto. Las estrellas y primeras figuras de los Ballets de Bolshoi y Kremlin de Moscú cumplieron con las expectativas generadas. El conjunto de bailarines -trece en acción- ofreció en el Centre Cultural un bello espectáculo de danza clásica y brilló especialmente en la segunda parte con los pasos a dos de "Las llamas de París" y "El corsario". Esta última fue de lejos la más aplaudida.
El elenco ruso, que forma parte de destacados ballets del panorama de la danza, abrió el programa con la "suite" de "Don Quijote" coreografiada por Petipa y Gorski y con música de Minkus. Esta "suite" es la referente al episodio de la obra que cuenta la historia de amor entre el barbero Basilio y la joven Kitri. La pieza, de corte alegre y desenfadado, nos sumergió en diversas estampas de la España profunda de antaño donde el país se identificaba prácticamente con el baile flamenco y los toros aunque también se reservaba algun espacio para la jota.
Los bailarines realizaron un buena ejecución de los bailes, todos ellos muy festivos, y destacaron en el tramo final. Aquí, los solistas, Koike Saori y Yegor Motuzov, que lideran el Ballet del Kremlin de Moscú, derrocharon toda su energía en los pasos a dos y en los solos que, como es habitual por parte de Petipa, son muy exigentes en la medida que les requiere un sinfín de piruetas no aptas para todos los profesionales de esta disciplina.
La gran técnica que se apreció en "Don Quijote" se constató en la segunda parte con un repertorio de obras puramente clásicas que suponían, si cabe, un mayor reto interpretativo. Tras el descanso, pues, llegaron las piezas más atractivas, entre éstas "Las llamas de París" y "El corsario". En la primera, inspirada en las canciones de la Revolución francesa, la pareja protagonista formada por Galina Garmash e Ilia Artamonov, conquistaron al respetable con la ejecución de los duetos y solos de altura. En su turno, Irina Ablitsova y Mikhail Evgenov lograron arrancar bravos y fuertes aplausos con el difícil paso a dos de "El corsario", basado en la historia de un pirata enamorado de una esclava.
Lo mejor de la noche
Ambas obras, de corte romántico, fueron una delicia y los bailarines se entregaron sin pausa de modo que el resultado complació. Destacar sobretodo a la pareja que bailó "El corsario". Irina y Mikhail mostraron su virtuosismo, a la par que compenetración, en la espiral de movimientos que obligaban a bailar sostenidos sobre un pie y dando vueltas. Espléndido.
En esta segunda parte, el conjunto también ofreció otras piezas importantes del repertorio como el paso a cuatro "Piedras preciosas" de "La bella durmiente" que se exhibió, como corresponde, delicado y edulcorado, así como un fragmento de la doncella hindú "La Bayadera", que aportó el toque exótico y sensual de la actuación. De todo lo ofrecido en escena subrayar también el vestuario -los figures fueron de un gusto exquisito en todas las piezas interpretadas- y la iluminación.
LA FICHA
Programa: "Suite" de "Don Quijote y fragmentos de "Las llamas de París", "La bella durmiente", "La Bayadera" y "El corsario, entre otras. Sábado, 24 de octubre. Centre Cultural (Rambla d’Ègara, 340)