La concejalía de Vivienda y Mediación Comunitaria quiere reagrupar físicamente todos sus equipos y prestar una atención más integral al ciudadano, El proyecto pasa por la puesta en marcha de una “ventanilla única” a la que podrán dirigirse las personas víctimas de un desahucio, las que solicitan una vivienda social, las que piden ayudas a la rehabilitación y las que requieren de una mediación ante un conflicto comunitario.
La concejalía busca un lugar donde encajar todos los servicios relacionados con la vivienda, actualmente dispersos en los edificios municipales de la calle Pantà y de Glòries, y todo apunta que el primero será el destino final de la oficina única,
El proyecto contempla un primer núcleo de atención ciudadana que atenderá las demandas a través de una ventanilla única y canalizará el seguimiento de los expedientes. El personal tendrá formación polivalente, al estilo del equipo de atención ciudadana de la Plaça Didó, y prestará atención personalizada.
Junto a esa primera línea de atención directa, los servicios finalistas trabajarán para dar respuesta a la demanda ciudadana. Entre ellos la Oficina Local d’Habitatge, la OFIMEH, el servicio de gestión del parque de vivienda pública, la unidad de atención a las emergencias, la oficina de la pobreza energética y la de mediación comunitaria, todas ellas con el apoyo de un servicio jurídico-administrativo y un equipo técnico (arquitectura, ingeniería, etc).
Lluïsa Melgares explica que el proyecto de la ventanilla única pasa por abordar el problema de la vivienda “desde una nueva perspectiva. Para ello vamos a revisar la estructura técnica y organizativa del área y vamos a analizar las cargas de trabajo para garantizar una respuesta ágil e integral”.
El de la vivienda es uno de los problemas de mayor magnitud al que se enfrentan las políticas sociales, explica Melgares, cuyo objetivo es “poner orden y aumentar la eficacia ante una demanda que sigue creciendo”.
En este momento se calcula que existen 11 mil pisos vacíos en Terrassa, el doble que en 2011. En el otro lado de la balanza, el registro municipal contabiliza 3 mil solicitudes de una vivienda, 900 de las cuales son casos de emergencia.
