El tema de las becas del comedor escolar se convierte cada año, por las mismas fechas, en objeto de rifirrafe entre administraciones. Primero surge la queja de los ayuntamientos sobre que el número de ayudas adjudicadas es insuficiente y después lo hacen los consejos comarcales en el mismo sentido. A continuación, el departamento de Ensenyament se defiende y echa la culpa a los consejos diciendo que no actúan con la suficiente celeridad. Y como respuesta se convoca una reunión de máximo nivel en el consejo -en este caso el del Vallès Occidental- para hacer una declaración conjunta.
Este año, la situación se ha desarrollado en los mismos términos pero el Consejo Comarcal del Vallès Occidental ha dado un paso más allá. Pide a Ensenyament que cambie el modelo de adjudicación de las becas para dar la máxima cobertura a los alumnos necesitados. ¿Por qué esta solicitud?. El presidente del consejo, Ignasi Giménez, tras la reunión de ayer de los concejales de la comarca a iniciativa del Ayuntamiento de Terrassa, subrayó “el esfuerzo que hace Ensenyament” pero consideró que “el sistema actual tiene lagunas, lo que comporta que muchas familias que piden la prestación y cumplen los requisitos se queduen sin ella”.
Al respecto, Giménez explicó que el modelo actual prioriza las becas según el nivel de ingresos de la familia. Así, por ejemplo, una familia, con dos hijos, cuya renta familiar sea como máximo de 7.780 euros anuales tiene la ayuda garantizada del cien por cien del coste del menú. Si la familia supera esta cantidad pero es inferior a los 10.967 euros anuales también recibe la ayuda pero del cincuenta por ciento del coste del menú.
La polémica ayuda variable
La convocatoria anual contempla un tercer supuesto. En este se dice que una familia (siempre siguiendo con esta unidad de cuatro miembros) que ingrese más de los 10.967 pero menos de 16.451 euros anuales también puede solicitar una ayuda del cincuenta por ciento del coste del menú. Este supuesto, según el consejo comarcal, es el que genera distorsión. La respuesta la dio de nuevo Giménez. “Muchas familias que están en este tramo de ingresos piden la ayuda pero no saben que no está garantizada, que depende de si Ensenyament dará o no el dinero. Y es por ese motivo que a día de hoy tenemos 1.584 solicitudes en la comarca a la espera de conocer qué pasará”. Para estas familias, que están en este grupo, además, la cosa es aún más complicada en tanto que la Generalitat también diferencia el nivel de gestión.
Gestión diferenciada
Del primer tramo de ayudas, las denominadas garantizadas (para las familias con ingresos que no superan los 10.967 euros) se responsabiliza Ensenyament mientras que el segundo, el bautizado como variable, (para las familias con ingresos que van desde 10.967 a 16.451 euros) está a cargo del consejo comarcal quien recibe una cantidad “aleatoria” de la Generalitat. Giménez se lamentó que para este tramo de ayudas variables se ha reducido la aportación. “El curso pasado nos dieron 750 mil euros y en este se ha rebajado a 518 mil euros. Nosotros entendemos que ha crecido el número de beneficiarios de las becas garantizadas pero también el de las becas del tramo variable. Con esta aportación no podemos dar respuesta a todos y si se da sólo se puede cofinanciar el coste del menú con un diez por ciento”, aseguró. Es por ello que el presidente del consejo abogó por modificar el modelo. “Debe haber unos criterios claros y uniformes para todo el mundo. Hay que eliminar esto del tramo variable porque sólo añade confusión. Las familias piden la ayuda porque cumplen con los requisitos pero después no se puede conceder porque no hay capacidad económica”.