El presidente de la Generalitat, Artur Mas, asumió ayer el juez toda la responsabilidad en la organización del 9N, como “único promotor político” de la consulta, pero alegó que finalmente su “ejecución” quedó en manos de voluntarios sin que ninguna autoridad del Estado la impidiera.
Mas declaró durante algo más de una hora ante el juez del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) Joan Manel Abril, que le ha imputado por organizar la consulta del 9N, en un interrogatorio en el que negó a contestar las preguntas de la Fiscalía, como hicieron la consellera de Ensenyament, Irene Rigau, y la exvicepresidenta Joana Ortega.
Tras avisar de que no iba a contestar al ministerio público por entender que la querella es una “imposición” de la Fiscalía General del Estado en contra del criterio de los fiscales del TSJC, Mas inició su declaración con un discurso de unos diez minutos en el que se declaró único responsable de la organización del 9N, una consulta que en su opinión obedecía al “mandato” del Parlament y que era “el hito fundamental de la pasada legislatura”. El presidente de la Generalitat ha pedido al juez que no busque a otros responsables del 9N entre sus subalternos en la administración, porque se considera responsable único del proceso participativo”.