No había fuga de gas; al menos, los bomberos no la localizaron por ninguna parte. Sin embargo, la alarma por un escape de gran envergadura provocó el martes, y ayer en menor medida, la movilización de servicios de emergencias e incluso un desalojo. Al menos noventa trabajadores de una empresa abandonaron la industria, según la policía local.
Casi cuatro horas duró, en varias fases, el operativo, que comenzó a las 10.20 de la mañana con la llamada de una vecina de la calle de las Navas de Tolosa a la Policía Municipal. La mujer percibía un fuerte olor a gas en un patio de luces, y la policía la puso en contacto con los bomberos. Éstos acabaron enviando a una dotación a la zona e informaron de su salida a una compañía de suministro de gas.
Agitada mañana
Los bomberos buscaron y buscaron, mas no encontraron escape alguno de fluido. ¿A qué olía, pues? Posiblemente, la pestilencia se debía a alguna sustancia vertida a la red de alcantarillado.
No terminó en la calle de las Navas de Tolosa la agitada mañana de emergencias. A las once se supo que olía a gas en la carretera de Rubí. La policía comunicó el aviso a Bombers, que concluyó lo mismo que había concluido poco antes. Pero a la una de la tarde una dotación de bomberos se dirigió a la calle de Lepant por una alerta idéntica. Noventa personas fueron desalojadas de una empresa, pero entraron de nuevo en la nave cuando los bomberos constataron que la medición con el "explosímetro" era negativa, otra vez.
Y otra vez se repitió la situación, pero sin desalojos, a la 1.20 de la tarde en la calle de Sant Quirze, en el Centre. Y en la misma calle, ayer al mediodía, con igual resultado.