Frío o calor en los puestos de venta y aire procedente del exterior que incrementa el problema. Son los retos de la climatización del Mercat y que pretende resolver el proyecto ganador del concurso de ideas convocado por el Ayuntamiento.
La propuesta es obra del equipo Carbonell Dalmases y CiA y pasa por la instalación de un sistema de paneles radiantes en la cubierta, que garantizarían el confort en el interior del edificio, y otros adicionales en los techos de las paradas. Éstos se alimentan de agua caliente generada por una caldera que se instalaría en la zona técnica de la cubierta. ,
La propuesta de la ingeniería Carbonell Dalmases y CIA ha conseguido un rotundo apoyo de los paradistas del mercado. De los 58 asistentes a la asamblea deliberativa, 48 votaron la idea ganadora, siete la segunda opción y cero la tercera, Se emitieron 3 votos en blanco.
A partir de ahora la climatización del mercado avanzará por derroteros estrictamente técnicos. La ingeniería ya ha presentado el presupuesto para la redacción del proyecto, que se encargará próximamente.
Serán los vendedores del mercado quienes decidan, con el documento en la mano, si dan vía libre o no al nuevo modelo de climatización. En la decisión pesará el coste económico que lleve acarreada la nueva instalación, que fuentes municipales aseguran correrá "en principio" a cargo de los comerciares".
Sea como, fuere vendedores y clientes volverán a pasar frío este invierno porque el nuevo equipo no estará a punto y la instalación actual no garantiza el nivel de confort previsto. Si finalmente el proyecto de Carbonell Dalmases y CiA prospera, el mercado podría pasar caliente el invierno de 2016/17.
El recurso de los arquitectos
El concurso se enfrentó el pasado año a un paquete de alegaciones presentado por el Col.legi d’Arquitectes. Este entendía que no se garantizaba el anonimato de los equipos y consideraba excesiva la extensión de la memoria y la documentación gráfica exigidas, ateniendo a que no había prevista compensación económica para la primera fase del concurso. Además, los arquitectos cuestionaban que el veredicto final quedara en manos de los vendedores del mercado.
El Ayuntamiento estimó parcialmente la primera alegación y rechazó el resto. La administración defiende que el anonimato de los concursantes estaba garantizado en la primera fase y, en la segunda, el proceso culminaba con una exposición ante los vendedores, momento en que sí se revelaba la identidad de los equipos. Respecto a la propuesta técnica, la administración defiende que tenía que ser "cierta y realizable" y recuerda que los tres finalistas recibían premios: 3 mil euros el ganador, 1.500 el segundo y mil el tercero.
