Del 11 al 18 de octubre se celebra en toda Catalunya la Semana de la Movilidad Sostenible y Segura, que bajo el lema europeo “Escoge. Cambia. Combina”, propone una búsqueda de nuevas formas de movilidad que se alejen del coche privado y vayan encaminadas hacia un transporte más sostenible, seguro y saludable. Este cambio de hábitos comporta grandes beneficios para la ciudadanía, pues según el teniente de alcalde de Territorio y Sostenibilidad, Marc Armengol, supone “una mejora la salud física, la calidad del medio ambiente y ayuda a prevenir los accidentes de tráfico.
Armengol presentó la iniciativa ante los medios de comunicación, y aprovechó para explicar cómo ha cambiado la movilidad en la ciudad desde hace unos años. Para ello se basó en los resultados de la Encuesta de Movilidad realizada en Terrassa en enero de 2015 a una muestra de 933 personas.
Entre las principales conclusiones, el teniente de alcalde resaltó que en 2014 en la ciudad se realizaron 728 mil desplazamientos en días laborables, el 50,2 por ciento de los cuales se hicieron a pie o en bicicleta y el 11,2 por ciento en transporte público. Eso significa que en la ciudad se reduce el uso de vehículo privado en favor a la movilidad sostenible. También destacó que el 50% de los desplazamientos de residentes en Terrassa se hace a pie o en bici, una cifra que llega al 60 por ciento cuando son internos, es decir, con origen y destino dentro de la ciudad. Finalmente quiso subrayar que el uso del vehículo privado ha descendido pasando el 45 al 38 por ciento, mientras que el transporte público se ha incrementado del 9 al 11 por ciento.
Nuevo plan de movilidad
Estos cambios comportan unos efectos positivos en el medio ambiente y en la calidad del aire, pues la reducción de desplazamientos supone una reducción de combustibles fósiles y, por tanto, de emisiones de CO2. No obstante, Marc Armengol reveló que esta mejora no se ve reflejada en una mejora de la calidad del aire, pues los niveles de Dióxido de Nitrógeno son los mismos en 2015 que en 2007 -aproximadamente 44 microgramos por m3, por encima de los niveles que marca la Unión Europea. En este sentido, el concejal hizo hincapié en que “hace falta seguir trabajando para reducir el uso del vehículo privado e introducir vehículos más ecológicos”.
Por otro lado también afirmó que el gobierno de la ciudad “no puede relajarse” en cuanto a las políticas orientadas a la movilidad sostenible, pues “la reducción del uso del coche en estos últimos años va muy ligada al entorno económico y social”. Para ello, el Ayuntamiento está trabajando en un Plan de movilidad para los años 2016-2021, un proyecto que Armengol describe como “ambicioso y con amplio apoyo ciudadano”, que debe permitir la consecución de “importantes retos en relación a la salud, calidad del aire y el cambio climático”, según el concejal de urbanismo.
Al final del mandato anterior ya se presentó una propuesta del Plan, en la que se puso especial acento en la identificación de una zona urbana protegida en el ámbito central de la ciudad así como en la transformación de calles de barrio en zonas de preferencia para el viandante. “Creemos que es necesario reequilibrar el espacio público, reasignando más espacio al viandante, la bicicleta y transporte público. Pues en la actualidad el 66% del espacio de las calles están destinadas a la circulación de los vehículos privados y estacionamiento y solo 34% a los viandantes, cuando representan un 65% de la movilidad interna”, explicó el edil.
La propuesta también pasa por mejorar la calidad y accesibilidad de las calles, con ampliación de aceras, instalación de más bancos y árboles, y otras transformaciones “de bajo coste” según Marc Armengol. También se quiere hacer más competitivo el transporte público respecto al privado, con una red más atractiva y adaptada a las necesidades de los ciudadanos, con más frecuencias, líneas rápidas y buenas conexiones con el tren. Otro eje importante de actuaciones para el gobierno municipal se orienta a educar, informar y sensibilizar a la población. Todo ello, destinado a aumentar la movilidad activa, es decir, la que se realiza a pie, en bici y en transporte público.
Propuestas
Este conjunto de propuestas tendrá que surgir en el plan de movilidad de los próximos seis años, donde deberán ser presentadas en una última sesión de participación que se celebrará en noviembre. El objetivo: saber si las medidas propuestas cuentan con el apoyo ciudadano, porque es la única manera de garantizar la mejora según el concejal de urbanismo. No obstante, los dos canales de participación -encuesta de opinión y un correo electrónico- seguirán abiertos por si se quieren hacer más propuestas.
Cabe remarcar que en los últimos 10 años la cifra de desplazamientos realizados en vehículo privado de los residentes en Terrassa ha disminuido en casi 10 puntos, pasando del 48,4 por ciento al 38,6 por ciento. También se ha incermentado la movilidad a pie o en bici, que ha pasado del 39 por ciento al 50.