La CUP compareció ayer en la sala de prensa del Ayuntamiento de Terrassa para valorar los resultados de las elecciones celebradas el domingo. El portavoz de la formación en Terrassa durante la campaña electoral, Marc Medina, destacó el aumento de la participación en la ciudad, que fue del 77,26%, "lo que supone ocho puntos más que en 2012 y refuerza el carácter excepcional y plebiscitario que habíamos dado a estas elecciones", opinó.
En Terrassa, la CUP obtuvo el pasado 27 de septiembre 8.405 sufragios y un porcentaje de voto del 7,13%, lo que significa que ha casi cuadruplicado los votos obtenidos en 2012 y casi doblado los de las últimas elecciones municipales. El portavoz de la formación de izquierda alternativa valoró de forma muy positiva "el aumento significativo de los votos que hemos obtenido en los barrios periféricos, donde históricamente la CUP había tenido resultados prácticamente testimoniales". En este sentido, subrayó que en Can Boada, Can Palet, Egara y Sant Pere Nord sus resultados fueron superiores al 6%, lo que explicó como una "cierta uniformización del voto de la CUP" ya que en el mayoría de barrios, el porcentaje de voto fue similar. En contraposición, Medina lamentó el incremento de votos de Ciutadans y sus "planteamientos ambiguos" en política económica.
A nivel catalán, Ander Zurimendi, de la CUP, aseguró que el partido está recibiendo "una disimulada presión para investir a Artur Mas" como presidente de la Generalitat. Durante la campaña electoral, el partido argumentó que no daría este paso, por eso, Zurimendi sostuvo ayer que sería "ilógico" que lo primero que hicieran esta semana fuera "incumplir una de las primeras promesas". El de la izquierda alternativa explicó que no piden un presidente de la CUP y afirmó que, por ahora, no plantean presentarse a las elecciones generales que tendrán lugar el próximo 20 de diciembre.