La entrada en servicio de la prolongación de FGC marcará un antes y un después en la movilidad urbana. La ciudadanía irá asimilando los próximos meses las ventajas de viajar bajo tierra y disponer de una línea de tren que atraviesa la ciudad de sur a norte e intercambia con Renfe.
Los efectos del metro también se dejarán sentir en el bus, que sigue muy de cerca la evolución de su demanda tras cerrar un año récord en la ciudad. Entre agosto de 2014 y agosto de 2015 re realizaron 12.379.639 viajes en Terrassa, 137.556 más que en el mismo periodo del año anterior.
Tmesa trabaja para que los autobuses operen de forma complementaria con el tren, de manera que acerquen pasajeros a las nuevas paradas y completen el recorrido hasta destino. Con ese objetivo, seis líneas de bus modificaron su ruta el pasado 14 de septiembre y estrenaron nuevas paradas.
En paralelo, la concejalía de Movilidad trabaja en el diseño de un nuevo mapa del bus, adaptado a la incorporación del metro a la oferta del transporte público en la ciudad. La propuesta debe estar lista a principios de año.