Catalunya Sí que es Pot convocó ayer a los medios de comunicación para presentar su proyecto sobre la gestión del agua. Una gestión que, defienden, debe ser pública, y "más ahora que a Mina, Aigües de Terrassa, se le termina una concesión que ha durado 75 años" (en diciembre de 2016), según remarcó la miembro terrassense de la formación, Mari Luz García.
Salvador Milà, diputado saliente de ICV, manifestó que estas elecciones van de soberanía nacional "pero también de soberanía económica y social".
En este sentido, Milà destacó que el agua es un bien estratégico que Convergència "ha privatizado" de una manera "vergonzosa, escandalosa y además chapucera", dijo en referencia a la privatización de Aigües Ter Llobregat. Y añadió que este hecho comportó el encarecimiento "en un 70% de la tarifa de venta a las distribuidoras, que lo repercutieron a sus usuarios. Pero es que también es cara la gestión del agua en el ámbito municipal", afirmó Milà.
En cuanto a la cuestión social, declaró que "el agua es un derecho humano fundamental del cual ninguna persona puede ser privada". Y subrayó que el programa de Catalunya Sí que es Pot contempla específicamente que la Generalitat debe dar apoyo técnico y económico a los municipios que quieran remunicipalizar la gestión de este suministro.
Balance positivo
Ni Milà ni García quisieron desaprovechar la ocasión de hacer balance. El primero afirmó que Convergència y PP han transformado estas elecciones en plebiscitarias y que su formación defiende "que el derecho a decidir no termina el 27-S sino que empieza el 28". Por su parte, la candidata terrassense afirmó estar satisfecha con la repuesta y el interés de los ciudadanos egarenses y que en estas elecciones está en juego el Estado del bienestar.
