Durante este mandato tres tenientes de alcalde compatibilizarán sus funciones políticas con el ejercicio de sus profesiones. Se trata del abogado Miquel Sàmper (CiU), la profesora Rosa Ribera y Amadèu Aguado, actor de doblaje, que dispondrán de 30 horas al año, menos de una a la semana.
La decisión provocó una auténtica tormenta política en el pleno, donde el socialista Alfredo Vega defendió la bondad de la medida para evitar "la desconexión de 4 años que dificulta el retorno a la vida profesional de los políticos. O lo permitimos, o sólo podrán ser- lo los funcionarios".
Las compatibilidades se aprobaron tras un aluvión de críticas. "Una tenencia de alcaldía requiere plena entrega, tiene dedicación exclusiva y remuneración suficiente", argumentó María Sirvent, de la CUP, mientras Ciutadans pedía un informe anual que justificara el uso de las 30 horas.
Ofendido, Aguado recordó que "muchos concejales cobran más que los miembros del gobierno", mientras Miquel Sàmper explicaba que la tenencia de alcaldía lo ocupa "de 6 a 21 horas", y acusaba a la oposición de buscar con la polémica "una fisura en el gobierno".
"Tenemos dedicación exclusiva porque hay mucho trabajo, pero pedimos horas para nuestra profesión -dijo Isaac Albert, de ERC-. No votaremos en contra por responsabilidad, pero en política no todo vale".