Al acompañante le dio por bajar del coche para orinar en la calle, y unos policías lo pillaron y una cosa llevó a la otra. El conductor acabó detenido, ayer de madrugada: dio positivo de alcoholemia y carecía de carné de conducir. No lo había tenido nunca, según la policía.
Patrullaba una unidad de la Policía Municipal por la avenida de Jaume I. Eran las 3.20 de la madrugada. Un coche se paró junto a la acera. Los agentes vieron que del automóvil salía un individuo, y que ese individuo se ponía a orinar. Los agentes se dirigieron hacia él y le pidieron la documentación para ponerle una denuncia administrativa.
Y pidieron los papeles al conductor, que presentaba síntomas de ebriedad. Sopló, y los tests arrojaron resultados de 0,70 miligramos, tasa punible penalmente. Ese hecho y la carencia de carné motivaron su detención por un concurso de delitos contra la seguridad vial. El acompañante fue imputado por colaboración: al parecer, el coche era suyo y se lo había dejado a su amigo para que hiciese prácticas.
