¿Por qué decidió presentarse a este premio?
Es un concurso de primera división. El nivel de exigencia y afluencia son muy altos. Es una forma de adquirir visibilidad ya que es un premio prestigioso y bien dotado económicamente.
¿Qué supone haber ganado este concurso?
Es difícil definir las sensaciones. Estoy satisfecho y alegre pero hay algo más profundo que aún no sé que es. A nivel artístico, es como si la vida se pusiera de mi lado. Hoy me siento maestro pero mañana volveré humildemente a mi taller.
¿Como definiría su estilo?
En mis pinturas, intento representar la idea de un espacio, de una disposición de elementos pero sobretodo, la relación que hay entre el hombre y la naturaleza a través de cuadros sutiles, frágiles y con mucha carga poética. Mis pinturas son paisajes misteriosos e inquietantes pero atractivos. En ellos se nota la calma, vehiculan el silencio.
¿Que quiere transmitir con la obra premiada?
El camino en el que nos encontramos respecto al diálogo de los seres humanos con la tierra es probablemente equivocado desde hace quinientos años. Hemos llegado a los límites porque nos basamos en la cultura de la extracción, siempre extraemos pero nunca restituimos. Hace falta una relación respetuosa con la naturaleza.
¿Es una obra especial para usted?
Sí. Cuando trabajaba en este cuadro, me bloqueé y tuve que apartarlo durante seis meses. Luego, el reencuentro fue muy fácil. Cuando termino mis cuadros no me los miro más pero con éste fue diferente. Esta pintura me habla, por eso es uno de mis cuadros emblemáticos.
