Las circunstancias que rodearon la fiesta mayor del barrio de Vilardell hicieron que su celebración no luciera tanto como esperaban. El mal tiempo, junto con el puente, la Diada y el fútbol provocaron un descenso en la participción por parte de los vecinos. Aunque desde la organización se muestran satisfechos con la respuesta de los asistentes, algunos de los cuales se lo pasaron “divinamente” y otros aseguraron que “hacía tiempo que no se hacía tanta cosa”. Desde la organización destacan que ha sido una fiesta familiar, donde todas las pesronas de todas las edades han podido pasarlo bien. Los niños tuvieron su espacio sobretodo por las mañanas, con petancas, juegos, cursa de sacos, chocolatada e hinchables, entre otros. Por su parte, los jóvenes -y no tan jóvenes- se lo pasaron en grande con la discomóvil o los conciertos en directo. Y también con el Correfoc, la gran novedad de este año protagonizada por Els Diables de la Maurina. Un acto que la organización quiere repetir el año que viene por el éxito que tuvo y lo bien que salió. La gente mayor también pudo disfrutar de su momento, con la butifarra amb mongetes o el tradicional rom cremat, que se sirvió durante el fin de fiesta el domingo por la noche. Durante este último acto se ofreció una actuación de baile protagonizada por niñas pequeñas que hizo las delicias de los presentes.
Cabe destacar que el rastrillo solidario organizado por Dones amb Empenta no tuvo demasiado éxito, por lo que sólo podrán dar 25 euros a Cáritas (la mitad de lo que recaudaron). Aunque tienen pensado repetir.