Unos cuantos volvieron grupas nada más acabar la ofrenda, espoleados por la convocatoria de la Via Lliure en la Meridiana. Otros se quedaron al baile de sardanas, y muchos desfilaron para fotografiarse con el alcalde, Jordi Ballart. En total, unas quinientas personas asistieron ayer a la ofrenda floral con motivo de la Diada en el escenario habitual, la plaza del Onze de Setembre, en Vallparadís.
Fueron 34 las entidades que que realizaron el aporte simbólico a los pies de la escultura “Al vent” en un desfile que abrió una representación municipal, con miembros de todos los grupos políticos menos el PP, Ciutadans y la CUP, y cerró la Colla dels Federins-Trabucaires.
Aplausos y pitos
Se sucedieron los aplausos cuando desde megafonía se nombraba a cada uno de los partidos, coaliciones, asociaciones o entidades, unos más cerrados que otros, y hubo un par de silbidos rasgando el aire calmo en el anuncio de los representantes de Unió Democràtica de Catalunya. Y las palmas de mayor estruendo se las llevó Junts pel Sí, la coalición independentista formada por Convergència Democràtica y Esquerra Republicana.
La celebración matinal se había iniciado no muy lejos, en la Plaça Catalunya, con un concierto de la Banda de Música de Terrassa, y continuó con un pasacalle a cargo de la Banda y los Gegants, y con un baile de sardanas previo a la ofrenda. Ésta, el acto central de la Diada de Catalunya en Terrassa, principió a la una de la tarde.
No hubo parlamentos esta vez. No habló el alcalde, Jordi Ballart. Los discursos estaban previstos para el jueves por la tarde con motivo de un evento conmemorativo previo con actuaciones corales, que se debía llevar a cabo en la Plaça Catalunya, pero la lluvia obligó a suspenderlo. Ballart no discurseó para los presentes en la plaza del Onze de Setembre, pero sí fue el más reclamado para hacerse fotos.
El acto se clausuró con la interpretación, por parte de la Banda de Terrassa, del Cant dels Segadors.
