Pasaban pocos minutos de la medianoche del martes cuando una patrulla de la Policía Municipal hizo parar un coche porque hacía movimientos erráticos. Los agentes le realizaron la prueba de alcoholemia al conductor, que dio positivo, con un resultado de 0,61 MG/L. Posteriormente se pudo comprobar que el vehículo no tenía el seguro en vigor y por tanto se inmovilizó. Al conductor lo trasladaron a la central para realizarle las pruebas de contraste, que dieron 0,60MG/L la primera y 0,58 la segunda.