El patrimonio que atesora Terrassa suscita cada vez más interés entre los visitantes de fuera de la ciudad. El recinto de la Seu d’Ègara, con el bello conjunto románico de las Esglésies de Sant Pere, y la Masia Freixa, destacado ejemplo del modernismo, son los principales puntos de atracción para aquellas personas de otras comunidades y del extranjero que recalan en Terrassa con el objetivo de conocer ‘in situ’ aquellos lugares que figuran en las guías especializadas. La ciudad ha recibido a unos 1.892 turistas durante los meses de julio y agosto, una cifra más elevada que el año anterior que fue de unos 1.761 y que se debe al incremento de más grupos. Las visitas han generado un total de 809 consultas y a través de los datos recabados por la Oficina Municipal de Turismo se puede tener una radiografía aproximada del visitante foráneo. La estadística dice que el turista que viene a Terrassa procede sobre todo de Catalunya, que viaja en pareja, familia o en grupo, está de vacaciones y muestra interés por el patrimonio y la cultura. La franja de edad es muy amplia porque va desde los 36 a los 65 años.
Terrassa también es un reclamo para personas de otras comunidades, entre las que destacan Andalucía, Madrid y Valencia. Y también para extranjeros, especialmente los europeos y, en concreto, los franceses. Más allá de Europa se han desplazado hasta aquí americanos, sudamericanos, canadienses e incluso japoneses. Los asiáticos atraídos por el modernismo de Lluís Muncunill y con la intención de ampliar sus conocimientos sobre este estilo arquitectónico liderado por Gaudí en Barcelona.
Los enclaves preferidos de los turistas han sido la Seu d’ Ègara y la Masia Freixa. Las Esglésies han recibido este verano un total de 681 personas, de las cuales 116 son extranjeras. Por su parte, la Masia Freixa ha acogido a 323 personas en sus visitas guiadas. Pero los visitantes también se han decantado por participar en las diferentes rutas, las principales la medieval y modernista. Las rutas ofrecen itinerarios guiados que permiten tener una información directa sobre el pasado de la ciudad, su transformación y su impacto sobre el presente. Todo ello a través de un recorrido que transcurre por elementos patrimoniales destacados como la Torre del Palau, Castell Cartoixa de Vallparadís o el Vapor Aymerich Amat i Jové, este último sede del Museu Nacional de la Ciència i la Tècnica (mNACTEC) y máximo exponente de la arquitectura modernista industrial.
Bien posicionados
Desde la Oficinal Municipal de Turismo, Sílvia Reyes, valora la demanda. “La ciudad está posicionada en el mapa turístico de Catalunya pero tenemos el handicap de que está muy próxima a Barcelona y al turista extranjero le cuesta salir de la Ciudad Condal. Esto comporta que el mayor número de visitas (al menos las que llegan directamente a la oficina) sea de proximidad, de residentes en la comunidad catalana. Fuera de Catalunya, los que vienen más son de Andalucía”.
En cuanto al tipo de pernoctación, ocho de cada diez turistas (un 80,9 por ciento) se aloja en casa de familiares o amigos. Y, en este sentido, se deduce que los terrassenses son protagonistas activos a la hora de mostrar y divulgar los tesoros que esconde la ciudad a sus más allegados. Desde la oficina consideran que este dato guarda relación, por ejemplo, con que la mayoría de visitantes de fuera de Catalunya sean del Sur, lugar de origen de muchos egarenses. “Los terrassenses invitan a sus familiares a pasar unos días y visitan la ciudad”, explica Reyes.
También hay turistas alojados en hoteles, en segunda residencia o apartamentos turísticos. Y también en casas particulares. “Una joven marroquí que hablaba francés -ejemplariza Reyes- explicó que residía en un piso y que dormía en el sofá”. Es lo que se conoce como el “Couchsurfing o “surfeando en el sofá” , una red de hospedaje en Facebook mediante la cual hay personas que prestan gratuitamene alojamiento al visitante pero no en una habitación convencional sino en el sofá o en algún espacio de la casa que destinan provisionalmente al turista ocasional. Otro dato que remarca la técnica de Turismo es que se incrementa la visita de grupos. El último grupo llegó el viernes día 28 de agosto. Procedía de Bélgica y estaba integrado por 27 personas que participaron en una ruta modernista guiada, que partió de la Masia Freixa y finalizó en el Vapor Aymerich, Amat i Jové, donde además del edificio industrial que alberga el mNACTEC visitaron la exposición sobre el textil. Reyes se muestra satisfecha porque los turistas quedan complacidos. “Nosotros directamente tenemos la experiencia acumulada de la Masia Freixa, que es donde está la oficina y, por tanto, suele ser el primer punto de contacto con el patrimonio local. Las personas que la visitan quedan sorprendidos por la singularidad del edificio. Lo califican de bello e interesante y establecen similitudes con la arquitectura gaudiniana”.