La Lomce, más conocida como ley Wert, presenta como aspecto más polémico la introducción de itinerarios diferentes cuando los alumnos llegan a 4º de ESO, el académico y el aplicado. La conselleria de Ensenyament considera que esta fórmula (prevista para aplicar en 2016-17) divide a los estudiantes en función de su rendimiento. Por este motivo ha diseñado un currículo para que los jóvenes puedan estudiar materias de los dos itinerarios y así obtener la doble titulación para el bachillerato y la FP. Con la presentación del nuevo currículo para la secundaria, la consellera Rigau remarcó que los cambios son mínimos y que apenas se percibirán. Defendió el modelo de aprendizaje basado en proyectos y competencias, tal como recomienda la OCDE, y señaló que su objetivo es que en 2018 el 90 por ciento del alumnado de ESO logre el graduado frente al 86,7 que lo hace actualmente. Sindicatos como Ustec reiteran que faltan recursos