Los estudios de Formación Profesional (FP) han incrementado su oferta, su calidad y su prestigio social. Esto ha comportado que aumentara también el número de alumnos que optan por una formación profesionalizadora al finalizar la enseñanza obligatoria (ESO) o el bachillerato. Esta evolución de la FP en positivo, sin embargo, no ha comportado cambios en lo que se refiere a la demanda por género. El reparto por sexos en las aulas sigue siendo prácticamente el mismo y la opción de estudios también. Chicos y chicas eligen una formación profesionalizadora vinculada a profesiones tradicionalmente masculinas y femeninas.
Este curso 2014-15, Terrassa contaba con 3.678 estudiantes de FP, de los que el 45,5 por ciento son mujeres y el resto (54,5 por ciento) son hombres. Esta distribución es casi idéntica a la de cuatro años atrás, en el curso 2010-11, donde hubo un total de 2.579 alumnos (1.102 menos) y el 46, 6 por ciento eran mujeres y el 53,5 por ciento hombres. En cuanto a la tipología de estudio, chicos y chicas siguen siendo conservadores y optan por ciclos asociados históricamente al género. Las mujeres copan en primera instancia las familias profesionales de Servicios Socioculturales y a la comunidad (391 alumnas en el curso 2014-15), Imagen Personal (263), Administración y Gestión administrativa (206), Sanidad (185) y Hostelería y Turismo (130). Por detrás siguen dos ciclos de corte más industrial: Química (126) e Imagen y Sonido (115).
Roles tradicionales
Por su parte, los hombres se decantan por Informática (457), Electricidad y Electrónica (249), Hostelería y Turismo (181), Imagen y Sonido (144) y Química (137). Después siguen Administración y Gestión administrativa (125) y Comercio (119). Subrayar que en Comercio es un caso curioso porque hay más chicos matriculados (119 frente a 88 chicas) pero, en cambio, se visualizan más mujeres ejerciendo la profesión.
Esta distribución de género por estudios no ha variado en demasía con el tiempo. Las mujeres priorizan la familia de Servicios Socioculturales y a la Comunidad y Sanidad desde 2010-11 y los hombres, Informática y Electricidad y Electrónica; es decir la opción de las chicas va vinculada al área servicios comunitarios y la de los chicos a la industria.
Aunque en el curso pasado se ha producido una novedad y es que, por primera vez, hubo hombres y mujeres en todas las familias profesionales. Eso se traduce en que por primera vez entraron mujeres en ciclos como el de Transporte y mantenimiento de vehículos y se mantuvo lo conseguido años atrás en Fabricación Mecánica, Electrónica y Electricidad, Instalaciones y Mantenimiento y Actividades Físico-Deportivas. En estos ciclos cabe añadir que la matrícula femenina ha sido muy discreta (de una a siete alumnas como máximo) pero ha logrado romper tendencias históricas.
La gran demanda en Servicios Socioculturales y a la Comunidad tiene que ver con los grado en Educación Infantil, Integración Social y Atención a la Dependencia, es decir con todo el sector relacionado con la atención socioeducativa y sociosanitaria a las personas, especialmente niños y mayores. Aquí, en la ciudad, estos ciclos relacionados con la educación 0-3 y la dependencia se pueden estudiar a nivel público en el Institut Montserrat Roig. El de la Atención a la Dependencia también se imparte a nivel privado en la Escola Cultura Práctica. Y los ciclos de Sanidad se ofrecen en las escuelas de titularidad privada Cingle y en Edgar. Mucha demanda en estos estudios que, por otra parte, son los que también presentan mejor nivel de empleo según los datos del último informe de enseñanzas profesionales del departamento de Ensenyament y el Consell General de Cambres Oficials de Comerç, Indústria i Navegació de Catalunya . En grado medio, Sanidad, la familia con mayor número de graduados (3.808 en Catalunya en 2013) ocupa el tercer puesto con una inserción de un 46, 37 por ciento. Le siguen en número de graduados Administración y Gestión administrativa, y Servicios socioculturales y a la Comunidad, con un 20, 40 por ciento y un 42,31 por ciento. En grado superior se repite la tendencia. Servicios socioculturales y a la comunidad, con el mayor número de graduados (3.689) registra una inserción de un 45,5 por ciento y Sanidad un 46, 67 por ciento, mientras que Administración y Gestión administrativa se sitúa por encima del 45 por ciento.
Buenos datos, en los tiempos que corren, que suben de valor en el mercado laboral. En este apartado, las chicas tituladas logran nota alta ya que las mujeres graduadas superan a los hombres en inserción laboral (con el 42,05 por ciento frente al 40,12 por ciento de los hombres). El informe de Ensenyament y Cambres también explica que las mujeres son más activas en la búsqueda de trabajo y que, una vez han sido contratadas, perciben un salario inferior al de los hombres a pesar de que su nivel formativo sea superior.