Sí, eran cupletistas, tonadilleras. También se las llamó canzonetistas; había vedettes, grandes nombres de la revista musical, del espectáculo de variedades… Eran habituales en los escenarios. Eran nombres como Adelita Lulú, hoy probablemente muy desconocida, o Raquel Meller que tuvo un gran protagonismo.
El 9 de marzo de 1888 nació en Tarazona (Zaragoza) Francisca Marqués López, un nombre que no dice nada. Pero sí su nombre artístico: Raquel Meller. En las décadas de los años veinte y treinta del siglo pasado fue probablemente la cantante española más conocida, con famosísimos éxitos como "La violetera" y "El relicario".
El 16 de septiembre de 1911 Raquel Meller hizo su debut en el Teatro Arnau de Barcelona y apenas un año más tarde, el 3 de junio de 1912, actuó en nuestra ciudad, en el Teatre del Retiro, situado en plena calle del Pantà. Esta actuación la recogió el periódico Heraldo de Tarrasa. Era un lunes e hizo dos funciones, la primera a las 8.30 de la tarde y la segunda a las diez de la noche. Como curiosidad hay que decir que la acompañó en el escenario su hermana Tina, definida en la prensa egarense como "excéntrica y graciosa canzonetista".
De Raquel, el Heraldo de Tarrasa hablaba maravillas. Lo hacía diciendo: "sus fascinantes ojos, negros y grandes, brillantes y expresivos; su rostro simpático al que imprime contracciones de fina picardía; su esbelta figura de porte distinguido; el agradable timbre de su voz; el arte refinado de su mímica…"
Raquel Meller magnetizaba en el escenario y otro periódico egarense, Llivertat! -con uve-, hablaba de "un triomf més per les germanes Meller a qui el públic demostrà amb llurs aplaudiments l’entusiasme que sentía pel seu art".
Abril de 1918. Adelita Lulú actúa en el Teatre Alegria. La presentaban en la prensa local como "la reina de les reines, és l’artista que cobra més diners" o "hi ha molta expectació per veure a l’ideal Adelita Lulú". O "La dona més bella, la única de son gènere".
Y Adelita Lulú era el nombre artístico de la cupletista madrileña Adela del Barco. Al parecer tenía éxito, como lo tenían otras muchas cantantes que en la época llenaban los teatros. Y aquí, dicen las crónicas que gustó su actuación: "Al Teatre Alegria obtingué molts aplaudiments l’acurada canzonetista Adelita Lulú que feu les delícies del públic amb els seus cuplets d’una malicia subtil , cantats amb una mímica admirable". Y es que, efectivamente, los cuplés tenían ese punto de picardía y las cantantes de la época sabían transmitirla y embelesaban al público.
El éxito de Ulía
Seguimos en el año 1918. Mes de diciembre. Cinema Catalunya. Actúa la canzonetista Conchita Ulía. El cronista de nuestra ciudad Baltasar Ragón, en su libro titulado "El arte y los artistas en Tarrasa" explica su paso por nuestra ciudad, que al parecer fue muy celebrado. Decía Ragón de ella que "era una artista de varietés con gracia inimitable. Cantaba las canciones que en aquellos tiempos llamábamos cuplets, pero que se distinguía de las demás. No era una gran artista, pero cantaba con una naturalidad que hacía que sus canciones resultaran más bonitas y graciosas". Y cautivó. Tuvo mucho éxito, aunque no sabemos si realmente cantaba muy bien. Explicaba Ragón: "Un día que actuaba, se equivocó a media canción, se paró y sonrió, y al público, que siempre ha sido exigente, le hizo gracia y también sonrió. Y Ulía volvió a cantar. Otra artista hace lo mismo y hay bronca".
"Popular y simpática"
El periódico La Comarca del Vallès también se deshacía en elogios hacia esta vedette: "En el Cinema Catalunya la popular y simpática canzonetista Conchita Ulía, tan bien recibida por nuestro público, fue objeto por parte de un grupo de entusiastas admiradores de su arte de una cariñosa prueba de simpatía, haciéndole presente de un bonito ramillete de flores, que muy franca y espontáneamente agradeció con deferencia la festejada".
Baltasar Ragón añadía sobre esta artista que "uno de los días que actuaba, la esposa de uno de los empleados del Cinema Catalunya dio a luz una niña y Conchita Ulía se ofreció para ser la madrina, celebrándose el bautizo con toda solemnidad".
El cuplé catalán
22 de abril de 1920. Teatro Principal. Actuaba Pilar Alonso. Sí, probablemente hoy en día es muy desconocida. Sin embargo, esta cupletista nacida curiosamente en Maó (Menorca), en donde tiene un monumento en su honor, adquirió una gran popularidad en Catalunya. De hecho, es considerada como la figura más emblemática del cuplé catalán de los inicios del siglo XX, un género que popularizó cuando en 1915 se trasladó a Barcelona -había nacido en el año 1897-. Suyas son canciones que en su momento fueron conocidísimas como "La Marieta de l’ull viu" o "La Font del Gat". La verdadera Font del Gat está situada en la montaña de Montjuïc e inspiró la canción popular de Joan Amich cuyo estribillo es el de "Baixant de la Font del Gat / una noia, una noia / baixant de la Font del Gat / una noia i un soldat". Pues bien, el cuplé que interpretaba Pilar Alonso se basaba en esta canción archiconocida por varias generaciones.
Pilar Alonso actuó en el Principal durante una semana y respecto al día de su debut, en el periódico egarense El Dia, se decía textualmente: "Pot estar satisfeta de l’èxit assolit la nit pasada la gentil coblejadora Pilar Alonso que tant s’ha sabut emportar arreu de Catalunya les simpaties del poble, cantant amb una gràcia personalísima belles cançons on hi bateguen els sentiments".
Serós y las variedades
El cuplé catalán no sólo tenía a Pilar Alonso como su gran dama. Tenía también a Mercedes Serós, una zaragozana nacida el 10 de abril de 1900 y que de muy joven se trasladó a Barcelona. Al parecer había una gran rivalidad entre ella y Raquel Meller. Probablemente la Meller adquirió una mayor fama -de hecho Mercedes Serós murió prácticamente olvidada en Barcelona- aunque Serós llegó a actuar en la mítica sala Olympia de París, una de las inmortales realizaciones del terrassense Josep Oller, el creador del no menos mítico Moulin Rouge.
Mercedes Serós actuó también en Terrassa. Ella había debutado en la década de 1920 pero se retiró en 1930 y volvió al escenario en 1934, aunque en aquel momento se tendía más a la revista, con un espectáculo de variedades y la participación de distintos artistas. Y fue en ese 1934 cuando Mercedes Serós actuó en Terrassa, en el Teatre Alegria, el día 24 de octubre, tarde y noche. En la publicidad era presentada como la "primerísima figura, titular del Coliseum de Madrid". Junto a ella estaban anunciadas destacadas figuras de la época como Maria Antinea. Nacida en Jaén en 1915 y fallecida en Texas (Estados Unidos) en 1991, Antinea fue también cupletista, actriz, bailarina… Cuando llegó la Guerra Civil se exilió en Argentina en donde continuó su trabajo como actriz. También actuó la canzonetista Carmencita Mayer, la bailadora Paquita Santacruz, la Orquestra Dolz-Jazz, la vedette A. Laurens, el "excèntric patinador" Rulito, la bailarina Ofelia More, la "escultural mulata" Mercedes Blanco y el grupo Los Tres Diamantes Negros. Mercedes Blanco, a la que llamaban la "reina de la rumba cubana" era una de las integrantes de este grupo junto a Ramón Ortiz y Alfonso Zarquera.