Terrassa

La Rambla, la única excepción del éxito de afluencia

Tras más de una década de obras, la principal problemática comercial del centro de Terrassa es la desertización de la Rambla. Pese a que la prolongación de la línea de los Ferrocarrils de la Generalitat se inauguró hace un mes, los estragos de las obras todavía siguen pasando factura a los negocios de restauración de la antaño concurrida vía.

Es el caso del histórico Frankfurt Rambla. "Este año ha sido muy malo. El mes de julio fue quizás un poquito más animado pero agosto ha sido fatal. Ni siquiera durante de la Festa Major se ha trabajado tanto como querríamos", explica Carolina Pulgar, camarera del establecimiento. "En julio por las noches sí que algunas personas se quedaban a cenar. Pero en agosto a partir de las nueve de la noche en la Rambla no hay nadie", asegura Pulgar.

Otro ejemplo es el establecimiento Forn del Poble, que se inauguró en octubre del año pasado. "Hemos tenido pocos clientes este mes. A mediodía sí que hay un poco de gente pero en general hay poca afluencia en la Rambla", dice Jennifer Olaya, responsable de local.

Otro factor importante que se suma a la poca afluencia de la Rambla es el incremento del número de terrazas en el tramo que va del Portal de Sant Roc a la calle de La Rasa. Mientras hace escasamente unos años sólo había una terraza abierta en agosto, este verano la cifra se ha incrementado a siete. Es otro de los motivos por los que las terrazas consolidadas han tenido un mal agosto.

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