Las obras del IV Cinturó en el tramo de Viladecavalls-Olesa sufrirán un nuevo retraso. Si bien estaba previsto que los trabajos finalizasen en 2018, nuevas informaciones indican que el plazo para terminarlo se alarga como mínimo un año más. Así, se calcula que la autovía no esté operativa hasta finales de 2019 o principios del 2020. Y ello a pesar de que Fomento, a través de los Presupuestos Generales del Estado, invertirá 13 millones de euros más el año que viene para su construcción.
Este hecho ha provocado la indignación de diversos colectivos de la zona, entre ellos Cecot. Según afirma su presidente, Antoni Abad, "no podemos entender que se vuelva a aplazar la finalización del tramo de la B-40". Y añade que aunque destinen una nueva inversión, esto no es garantía de que se ejecuten las obras.
Según explicó la ministra Ana Pastor, las inversiones generales crecen un 5,8 por ciento más que en 2015 hasta situarse en los 19.253 millones de euros en 2016. Carreteras contará con 2.383 millones (el 23 por ciento), de los cuáles 584 se prevén para la demarcación de Barcelona. Y de éstos, se invertirán aproximadamente 13 millones de euros en el IV Cinturó, tal y como ya anunció Fomento el pasado mes de febrero. Del total, un millón irá destinado al tramo entre Terrassa y Granollers, pasando por Sabadell. En el recorrido comprendido entre Olesa de Montserrat y Viladecavalls se invertirán los 12 millones restantes, que servirán para las conexiones a Viladecavalls entre la autovía de la Bauma y la Ronda del Vallès.
El proyecto se puso de nuevo en el calendario a finales del 2014, cuando se decidió iniciar otra vez el cierre de la vía desde Terrassa hasta Granollers. Para ello se programaron cuatro ejercicios de partidas económicas, de 2015 a 2018, por un total de 90 millones.
Reinicio de las obras
A principios de año el Ministerio de Fomento anunció que reemprendería de manera inmediata las obras del IV Cinturó en el tramo de 6 kilómetros y medio comprendidos entre Olesa de Montserrat y Viladecavalls. Los trabajos se volvieron a poner en marcha en mayo, tras dos largos años de parálisis por falta de recursos. El programa marcó un primer periodo de ejecución en Viladecavalls, donde las obras continuarán hasta que se terminen. Fomento incluyó una primera partida de 12 millones de euros en el ejercicio 2015 para ejecutar el nudo de comunicaciones que debe enlazar el Cinturó con la autopista de Terrassa-Manresa. El presupuesto incluía además las dos rotondas previstas en el eje de la carretera C-58 reclamadas desde hace años por el Ayuntamiento de Viladecavalls.
Las máquinas empezaron a trabajar en Can Trias en primavera, y en los próximos meses los equipos procederán a la construcción de las calzadas laterales de la C-16, de 2,4 kilómetros de longitud. Por otro lado, el tramo Terrassa-Olesa tiene pendiente también la construcción de un túnel de doble galería de poco más de 1 kilómetro ya en término de la localidad del Baix Llobregat. Si todo va como está previsto, las constructoras iniciarían la estructura antes de final de año. La edificación del nudo de Terrassa debería estar listo en algo más de un año según fuentes de Fomento, mientras que en la perforación de las dos galerías se invertirán alrededor de dos años y medio.
Está previsto que en el 2018 se destine la partida más elevada para el IV Cinturó, cifrada en 30,6 millones de euros. En cuanto al 2017, la cuantía será de 21,4 millones de euros. Ambas inversiones, sumadas a las de los años 2015 y 2016, ascenderían a un total 90 millones de euros.
Los empresarios, a favor
Hace años que los empresarios de los dos valleses reclaman la B-40 o Ronda Vallès por su potencial en el desarrollo económico. La Cambra de Comerç de Terrassa así como la de Sabadell continúan viendo necesaria la construcción de esta vía de alta capacidad que debe unir las dos capitales. Para la Cambra de Sabadell se trata de una infraestructura imprescindible para el desarrollo económico, industrial y comercial del territorio. Algo en lo que coincide Cecot, que ve que el atraso de las obras tiene un impacto económico negativo en la industria, el tejido empresarial y los habitantes del Vallès. La autovía servirá además para superar la dependencia con Barcelona y oxigenar las carreteras principales de la comarca.
De los 47 km previstos para la vía actualmente solo hay 6 en funcionamiento: un tramo en el Vallès Occidental entre Viladecavalls y Terrassa y otro entre Olesa de Montserrat y Abrera (Baix Llobregat). Por otro lado destaca la oposición del primer teniente de alcalde de Territorio y Sostenibilidad de Sabadell, Maties Serracant. El nuevo gobierno considera que ni Terrassa ni Sabadell necesitan una nueva vía rápida que las una por el norte, aunque afirma que ambos municipios deben colaborar para conectarse mejor. Para ello cree que se debería unir la C-58 con Castellar del Vallès por las rondas de Sabadell y la actual carretera de Sabadell a Castellar, algo que descongestionaría la Gran Vía y la Ronda de Ponent. Por su parte, apunta que Terrassa debería conectarse mejor con la autopista del Valles, reforzando en paralelo la avenida del Vallès.
El IV Cinturó tiene sus inicios en la época franquista (1966) pero no fue hasta 1993 que el Parlament aprobó el proyecto de una autopista entre Mataró y Vilafranca. Y en 1995 se hizo el primer estudio.