El sábado, el clima no se decidía. Parecía que estaba a punto de llover, pero sólo acabaron cayendo cuatro gotas contadas. Sin embargo, el cielo encapotado influyó en los egarenses a la hora de salir a la calle y, de rebote, en la Fira "Fora Stocks!", que se celebraba durante toda la jornada del sábado en la céntrica Plaça Vella y el carrer Major.
La Fira "Fora Stocks!" tiene como objetivo ofrecer liquidaciones a buen precio. Esta feria, que es el punto y final a las rebajas de verano, es una buena oportunidad para los comerciantes, pues en el mes de agosto baja la actividad comercial en la ciudad. En esta edición, había un total de 42 carpas, además de las 25 paradas situadas a pie de calle frente a las tiendas. Esta cifra era prácticamente idéntica a las que hubo en la Fira "Fora Stocks!" de invierno. Pese a ello, en esta ocasión, la sensación general de los comerciantes era que las ventas había sido ligeramente inferiores a las de la anterior edición de la Fira, pues entonces el sol lució durante toda la jornada.
"Ha ido peor que otros años. La gente se ha comenzado a animar a última hora. El tiempo no ha beneficiado en nada porque caían algunas gotas. Además, con el calor que hace estos días la gente no se anima a salir hasta que atardece", explicaba Albert Ferran, trabajador del histórico comercio Matalasseria Martínez, que lleva abierto en Terrassa 95 años. La parada de esta tienda de colchones estaba situada en un lugar inmejorable de la Fira "Fora Stocks!": en el centro de la Plaça Vella. Sin embargo, en la "hora punta" de la tarde no se veía demasiada gente acercándose a la parada.
Sensaciones variadas
Pese al clima, no todos los comercios estaban decepcionados con las ventas. Un ejemplo de ello era la tienda de ropa Davniel’s, cuyos dependientes se mostraban incluso más satisfechos que otros años. "Nos ha ido muy bien. El calor no ha sido tan intenso, con lo que el día ha sido mucho más soportable para la gente", explicaba María José García, dependienta de la tienda de ropa.
"Nuestra primera impresión es que las ventas han ido mejor que la edición anterior de la feria. Se nota que la gente tiene más ganas de consumir que años atrás", afirmaba García. Davniels, situada en el Carrer Nou de Sant Pere, es otro comercio local de toda la vida en que venden ropa variada.
En cuanto a los consumidores que había en la plaza, buena parte de ellos se mostraban encantados con la iniciativa. Por ejemplo, Raquel Martínez, de 59 años, afirmaba que era "una ocasión magnífica para hacer compras a muy buen precio". "Vengo cada año con mis amigas y casi siempre he comprado algún producto", explicaba Martínez mientras inspeccionaba prendas de ropa de Davniels.