Superado el escollo de la integración de Terrassa en la Associació de Municipis per la Independencia (AMI), la militancia de Convergència Democràctica de Catalunya (CDC) decide hoy miércoles si apoya el pacto con el PSC, la formación que actualmente lidera el Ayuntamiento.
Las bases socialistas ya dieron su visto bueno a la sociovergencia en la asamblea celebrada el pasado lunes en la sede del PSC. Según fuentes del partido, una amplia mayoría de los asistentes se posicionó a favor del pacto, aunque no quisieron revelar porcentajes ni número de participantes en el encuentro.
En cuanto a los nacionalistas, su encuentro tendrá lugar mañana a las ocho de la noche en la sede de Convergencia. Allí se darán cita todos lo afiliados del partido con el encargo de decidir, de manera conjunta, si su formación se une al equipo de gobierno o si se queda durante los próximos cuatro años en minoría en la oposición.
Fuentes de CDC revelan que las bases para el acuerdo, tanto programáticas como de reparto de carteras, están prácticamente cerradas. Así, el 80 por ciento de este reparto estaría ya hecho. No obstante el líder de Convergencia en Terrassa, Miquel Sàmper, afirma que "aún quedan unos últimos flecos a resolver, a la espera de la asamblea". Pese a todos estos pasos, puede ser que el pacto entre socialistas y convergentes no se materialice definitivamente hasta después de las elecciones al Parlamente que deberían celebrarse el 27 de septiembre. Así lo dejan entrever fuentes del partido, que manifiestan que ahora mismo "el momento político no es el más adecuado".
Por otro lado Jordi Ballart afirmaba en una entrevista publicada el pasado 2 de julio que no se tendría "porqué esperar al 27-S. De hecho lo deseable sería irnos de vacaciones con un pacto cerrado y estoy convencido de que será así. Estamos acordando el paquete de las prioridades y en breve cerraremos las áreas de gobierno".
Tras las elecciones y cuando empezaban las negociaciones, los socialistas hicieron un guiño al bloque nacionalista al incluir en su propuesta de acuerdo una referencia al proceso soberanista: "El Ayuntamiento de Terrassa deberá estar a la altura de este desafío y seguir el camino que marque el pueblo catalán. Pleno compromiso del Ayuntamiento de Terrassa con el derecho a decidir", manifestó el PSC. Una propuesta que entonces Miquel Sàmper, el portavoz de CiU, valoró positivamente aunque como un "punto de partida".
La integración de Terrassa a la Associació de Municipis per la Independència (AMI) ha levantado ampollas en las filas del PSOE. Así lo aseguraba La Vanguardia en su edición del domingo al publicar que "el PSOE ya ha expresado su profundo malestar por la colaboración del PSC porque tanto Castelldefels como Terrassa se incorporen a la Associació de Municipis Independentistes (AMI). Sánchez ve en esta decisión del PSC, que refuerza el soberanismo a dos meses del 27-S, como una -y cita textualmente- preocupante prueba de debilidad (de Iceta)". No obstante, desde el PSOE han desmentido esta información, afirmando que por parte del partido no ha habido ninguna declaración ni nadie se ha posicionado al respecto. Sea como sea, lo que era una cuestión imprescindible para materializar la sociovergencia en Terrassa parece que traerá cola. La adhesión de Terrassa a la AMI se hizo realidad el pasado jueves cuando el pleno lo aprobó con los votos a favor de sietede los nueve concejales del PSC, además de los de CiU, ERC y la CUP. Quien se abstuvo fue Jordi Ballart, que afirmó que es "el alcalde de todos, desde los españolistas rancios hasta los separatistas más radicales. Debo votar desde la responsabilidad institucional".