A partir de ahora el Ayuntamiento depositará la recaudación de todos los tributos que recaude en la Agència Tributaria Catalana, que posteriormente los remitirá a la administración pertinente. La propuesta la presentaron CiU, ERC-MES y la CUP, y contó con el apoyo de los seis ediles de Terrassa en Comú; 14 concejales frente a los 13 que sumaron PSC, PP y Ciutadans.
Los partidos soberanistas celebraron el éxito de su iniciativa y el PSC advirtió de los retos que la medida entraña a nivel municipal. "No estamos en contra -explicó Alfredo Vega, teniente de alcalde de Servicios Generales-, pero los municipios que ya liquidan aseguran que tienen muchos problemas. Por la burocracia y por la inseguridad jurídica, porque los tributos se entregan en forma de depósito y no hay garantía del retorno de los impuestos. Además, hay que hacer el ingreso seis días antes, cuando hay liquidaciones que se realizan a última hora".
El PP criticó que el Ayuntamiento "se salte la legalidad" y C,s defendió que "no necesita intermediarios. Además -apuntó David Aguinaga-, ¿cómo vamos a entregarle los impuestos a la Generalitat, que es nuestro principal deudor?".
La réplica vino de Miquel Sàmper (CiU), que negó la inseguridad jurídica porque "ningún tribunal condenará un pago puntual".