En “El lago de los cisnes”, el celebérrimo ballet-cuento de hadas con música de Tchaikovski, hay dos finales posibles: uno trágico, en el que el príncipe Sigfrido, que se ha enamorado de Odette, muere, y otro en el que el bien triunfa, y Sigfrido y Odette logran derrotar a Rothbart, el malvado brujo que ha convertido en cisne a la princesa. Para el montaje que representará el viernes a las nueve de la noche en el Centre Cultural Terrassa, el Ballet de Moscú ha escogido el final feliz. “Me pareció que tenía que salir ganando el amor. Lo sentía así”, afirmó ayer Timur Fayziev, director de la compañía, en en la rueda de prensa de presentación del espectáculo. Treinta bailarines participan en este montaje, con la particularidad de que “todos están casi siempre sobre el escenario. Para ello han desarrollado una técnica de cambios rápidos de vdestuario. Hay millones de bailarines en todo el mundo que estudian para serlo en ´El lago de los cisne´, pero muy pocos son capaces de conseguirlo”, afirmó Fayziev. Cristina Terentiev y Alexei Terentiev serán los bailarines solistas del espectáculo. El Ballet de Moscú vuelve con “El lago de los cisnes” a Terrassa justo un año después de hacerlo por primera vez (actuó el 1 de agosto de 2014). Las entradas tienen un precio de 38 euros, con descuentos para grupos.