La incertidumbre reina en Unió Democràtica de Catalunya. En la asamblea extraordinaria que celebró el miércoles pasado la agrupación local, nueve de los diez miembros del ejecutivo presentaron su baja. La única componente de la junta que continua en el partido de Josep Antoni Duran i Lleida es la ex concejal Montse Playà. En los próximos días, se deberá constituir una gestora que se hará cargo temporalmente de la sección local.
Por el momento, 19 de los 78 militantes se han ido de la formación y al menos 14 de ellos se han hecho voluntarios del nuevo partido soberanista Demòcrates de Catalunya, formado por los escindidos de Unió. Entre ellos se encuentran el presidente de la sección local, Josep Lladós, el vicepresidente, Toni Perarnau y la secretaria, Cristina Valverde. Los tres miembros de la Unió de Joves también se han adherido al nuevo partido, cosa que provoca la desaparición de las juventudes de Unió en Terrassa.
El escenario era de prever ya que la mayoría de los militantes locales de UDC votó no en la consulta sobre el proceso soberanista convocada el domingo 14 de mayo por la formación democristiana. Además, los candidatos de Unió a las municipales firmaron el documento de la ANC que les compromete a votar la incorporación de Terrassa a la Associació de Municipis per la Independència (AMI).
Uno de los escindidos, el vicepresidente de la sección local de UDC, Toni Perarnau, hubiese preferido "una solución pactada" entre los dos sectores del partido "pero no ha sido posible". Perarnau considera que la consulta interna sirvió para evidenciar la brecha de la formación. A su parecer, el soberanismo ha de confluir alrededor de una sola lista en las elecciones del 27-S y la oposición de la dirección del partido a sumarse a la candidatura unitaria ha causado muchas bajas, entre las que se encuentra la suya.
La nueva formación
La secretaria de UDC en Terrassa, Cristina Valverde, que también se ha incorporado a la nueva formación creada a raíz de la plataforma Hereus UDC 1931, opina que el espíritu de Unió estará presente en este nuevo partido. El ideario de Demòcrates de Catalunya es, según Perarnau, "la democracia cristiana soberanista".
El partido no contará con afiliados ni militantes sino voluntarios, cosa que sorprendió y alentó a Valverde, que anima a los cerca de cuarenta militantes que ha perdido UDC en Terrassa en los últimos dos años a sumarse a este nuevo proyecto.
Tanto Perarnau como Valverde sostienen que el debate en el si de UDC ha llegado tarde. "Llevamos uno o dos años de retraso", comentó Perarnau este lunes en rueda de prensa. El presidente de la Unió de Joves en Terrassa, Oriol Gil, añadió que el debate debería haberse producido antes de las elecciones municipales.
Puig sigue "por principios"
Ignasi Puig, quién fue presidente de UDC en Terrassa hasta principios de año, continuará como militante. "Lo hago por coherencia con mis principios. Entré en Unió hace más de veinte años porque creo en unos ideales", explica. Además, cuenta que aunque a veces no está de acuerdo con aspectos puntuales de la dirección, esto no lo ha llevado a abandonar el partido. "Manifestaré lo que no me guste para que se pueda cambiar", afirma.
Respecto a la pregunta de la consulta interna, que recibió muchas críticas por parte del sector soberanista, Puig considera que no fue acertada. "Las consultas deben ser claras y el partido se equivocó en los términos que la convocó". El ex concejal del Ayuntamiento de Terrassa sostiene que si la dirección apuró hasta el final "fue para evitar la fractura del partido y para intentar reconducir la situación".
La rotura de Unió no afecta al grupo municipal que se presentó bajo las siglas de Convergència i Unió ya que ninguno de los tres concejales elegidos es de la formación democristiana. Queda por ver cual será la relación entre los representantes de CDC en el pleno y los integrantes de Demòcrates per Catalunya, algunos de los cuales iban en la lista electoral de CiU.
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