Satisfacción por los resultados logrados en ahorro energético en la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y también en su campus. La UPC ha logrado a nivel global rebajar la factura en un 27% en los cuatro últimos años, entre 2011 y 2014, y el campus lo ha hecho por su parte en un 25,5%.
En 2010, el campus inició una campaña de ahorro energético junto con otros campus de la universidad, y un año más tarde puso en marcha las medidas con el objetivo de rebajar la factura y contribuir al mismo tiempo a la sostenibilidad económica y ambiental de la universidad.
En este periodo (2011-2014), el campus de Terrassa ha ahorrado un 25,5% que se concreta en 506 toneladas de CO2 y una reducción de 1.844.304 KW/hora. En términos económicos significa un ahorro de 167.926 euros. El campus también ha contabilizado lo que supone en la actualidad el gasto medio de un día laborable de las escuelas, facultades, institutos y grupos de investigación en Terrassa. La apertura diaria de estas infraestructuras representan un coste energético de 2.598 euros y 18.701 KW/hora. El plan de ahorro ha contemplado diversas líneas de acción, con una atención especial al trabajo en red y a las estrategias de participación y colaboración de la comunidad para la gestión responsable de los recursos públicos. Dos de los ejes claves para desplegar este enfoque ha sido el sistema de monitorización “Sirena” y los proyectos de optimización energética (POE) de los edificios, un modelo propio de incentivación del ahorro para grandes organizaciones. Son proyectos para mejorar e innovar en la gestión energética.
La finalidad es ir reduciendo la demanda energética a partir de la participación de los usuarios. Se trabaja para modificar los patrones de uso y gestión sin alterar la habitabilidad ni tener que invertir en medidas estructurales. La UPC ha aplicado los POE en 43 edificios del campus, que representan un 93% de sus instalaciones.
