Terrassa

Un hombre restriega sus heces en la cara de un policía local

Un policía lo perseguía por su implicación en un altercado. El perseguido se defecó encima, se metió la mano, sacó excrementos y se los restregó al agente en la cara y en la camisa. El tipo acabó detenido, como otras dos personas que también habían huido. Están acusados de amenazas y de agredir a guardias. Ocurrió días atrás en el barrio de Ca n’Anglada.

Aquello fue un episodio marcado por el paroxismo en cascada, y por lo inverosímil. Todo empezó a la 1.40 de la madrugada del 8 de julio. Una dotación de la Policía Municipal fue requerida en la calle de Santa Llúcia, donde había tenido lugar un altercado provocado por un individuo que, en actitud chluesca, había recriminado a los responsables de un bar que no dispusiesen de tabaco. Se marchó del establecimiento, para regresar a los pocos minutos, esta vez armado con un gran cuchillo. Ésa fue la información primera trasladada a la dotación. Un testigo había grabado parte de los incidentes.

La unidad pidió refuerzos. Al parecer, el causante de los incidentes, y una mujer que también portaba un cuchillo que había arrojado a una papelera, se encontraban en la calle de Sant Damià.
Allí acudió la dotación de la policía. Y allí estaban, en efecto, los tipos: dos hombres y una mujer. Los dos hombres increparon a los agentes y les propinaron puñetazos, según fuentes policiales. Un guardia consiguió reducir a uno de los agresores. Y lo detuvo. En una papelera fue hallado un cuchillo.

Se lo hace encima
El dislate en sucesión empezó en ese momento, tras el primer arresto, cuando uno de los policías que participaban en el operativo inició la persecución a pie de otro de los individuos. Éste se había hecho sus necesidades encima, y no se le ocurrió otra cosa que meterse la mano entre los calzoncillos y el trasero para untarse la mano de heces, sacársela y restregar los excrementos en la cara y la camisa del agente perseguidor.

El guardia, no obstante, porfió en la persecución, pero el tipo entró en una vivienda, en la que también se refugió la mujer implicada en los hechos. Entre los dos, imbuidos de una furia sin igual, echaron al agente de allí. A golpes, a empujones.

Llegaron más policías, y tiraron abajo la puerta del piso. La mujer echó el resto en su resistencia para evitar la acción policial, pero tanto ella como el otro sujeto fueron detenidos también. Dos guardias tuvieron que ser atendidos en el hospital Mútua Terrassa.

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