El conseller de Territori i Sostenibilitat, Santi Vila, protagonizó ayer el recorrido pre-inaugural del metro de Terrassa junto al presidente de Ferrocarrils de la Generalitat, Enric Ticó, y el alcalde, Jordi Ballart. Anunciaba así oficialmente la entrada en servicio de la nueva linea el próximo 29 de julio, y lo hacía en una visita a la Estació del Nord de FGC, una de las tres nuevas estaciones que estrenará la linea y que funcionará como intercambiador con Rodalies.
“Este es un proyecto muy ambicioso que arrancó en 2003, que en 2007 sufrió las consecuencias de la recesión y, pese a todo, hoy estamos en condiciones de presentar el nuevo servicio”, dijo Vila. El conseller celebró la inmediata entrada en funcionamiento del metro de Terrassa y citó el proyecto como ejemplo de que “el país no solo ha sido resiliente para superar la crisis económica, sino que ha conseguido sacar adelante objetivos ambiciosos que han costado mucho, más de lo que hubiéramos querido”, para a renglón seguido recordar que, en el proyecto de Terrassa, “el liderazgo del Govern ha contado con la complicidad de las empresas y el concierto del mundo local”.
El metro cruzará en apenas 8 minutos los 4,5 kilómetros que separan la estación de la Rambla de la nueva de Nacions Unides, en Can Roca. Los trayectos entre paradas rondarán los dos minutos, comentó ayer Enric Ticó, que se mostró convencido de que la entrada en funcionamiento del metro permitirá que la L1 alcance los 5,5 millones de viajeros.
“Creemos que 2015 será un año de transición y en 2016 podremos haber ganado más de tres millones de nuevos viajes”, apuntó el presidente de FGC. El metro de Terrassa debe contribuir a consolidar el crecimiento de la compañía que, tras el bache de la crisis, suma varios ejercicios en positivo.
La inauguración del metro de Terrassa tendrá lugar el martes 28 de julio a las 5 de la tarde y será una fiesta. Aún no se ha escogido el lugar del estreno oficial (se busca un entorno con sombra), pero Ferrocarrils anunció ayer que ese día se permitirá acceder a todos los ciudadanos que lo deseen a las nuevas estaciones. La jornada de puertas abiertas será la antesala de una campaña de promoción de la linea.
Primer ajuste en el bus
El objetivo ahora es popularizar el metro entre la ciudadanía y convencer a los terrassenses de las ventajas del nuevo modelo de transporte público. El alcalde, Jordi Ballart, anunció que el Ayuntamiento realizará un primer ajuste en las líneas de Tmesa en septiembre para “acercar el autobús a las estaciones. A partir de aquí haremos una revisión más global y en profundidad”.
El metro supone una revolución para la movilidad en la ciudad, donde hasta ahora prácticamente todos los desplazamientos siempre se han resuelto en superficie.
“Esta es la infraestructura más importante que jamás se ha hecho en Terrassa tras el soterramiento de Renfe -comentó Ballart-. Un cambio que nos llevará a una movilidad más sostenible”. El alcalde recordó que la ciudad ha vivido “doce años de obras y momentos muy complicados, pero cuando el ciudadano entre en el metro verá que ha merecido la pena”.
Durante la presentación, Ferrocarrils explicó que el tren atravesará la ciudad en 8 minutos desde la Rambla d’Egara y en 12 desde la estación de Les Fonts. La línea estrena tres nuevas estaciones (Vallparadis Universitat, Estació del Nord y Nacions Unides) que ya están acabadas y dos parkings que permitirán a los viajeros procedentes de los barrios y de las poblaciones vecinas dejar el coche en la estación para abandonar la ciudad en transporte público.
Los trenes que circularán serán de la serie 112, con capacidad para 720 viajeros, y los nuevos vehículos de la serie 113 (792 pasajeros), más grandes y mejor dotados que el modelo 111 al que han sustituido.
Los horarios de paso apenas cambiarán y las frecuencias serán más regulares. Entre las 7 y las 8 de la mañana circularán 8 trenes que cargarán pasajeros cada 7,5 minutos de media. Entre las 8 y las 9, la flota se reduce a 6 vehículos y la frecuencia aumenta a 10 minutos. En las horas valle, de las 10 a las 13h, suben hasta los 15 minutos y, desde ese momento hasta las 21 horas, la media de paso se situará en los 12 minutos.
El proyecto reserva un espacio de cocheras al final del trayecto, superada la estación de Can Roca. Ese equipamiento, que funcionó como pozo de ataque para la entrada de las tuneladoras, tiene capacidad para 8 trenes y supondrá un ahorro económico para la compañía. Enric Ticó explicó ayer que hasta ahora los trenes tenían que ser enviados a las afueras de Rubí y a que partir de este verano podrán ser testados en el recinto de FGC.