Hoy comienzan oficialmente las rebajas de verano, aunque muchos comercios de la ciudad hace días que las empezaron. El centro de Terrassa luce repleto de carteles anunciando promociones y descuentos desde antes de Sant Joan y lo hará hasta principios de septiembre.
Y es que se debe ser competitivo. Desde que el año pasado el Tribunal Constitucional (TC) suspendió la ley catalana de comercio, muchos se amparan en la normativa estatal, que da “libertad plena” a los comerciantes para iniciar el periodo de rebajas cuando lo crean más oportuno. “Hace un par de días que empezamos con las rebajas. Nadie te lo prohibe. Aunque tampoco puedes comenzar un mes antes porque si no a lo mejor también te dirían algo”, declara Judit Domenech, encargada del establecimiento AG25. En Shana, una franquicia de ropa situada en la calle de Sant Pere, hace dos semanas que se dio el pistoletazo de salida a las rebajas. Y con unos resultados “muy buenos”, afirma Silvia Lázaro, también encargada. “La gente está muy receptiva y más animada que en otras temporadas. Además los descuentos que tenemos son muy buenos, llegan al 50 por ciento. Somos muy optimistas”.
Un optimismo que de momento se respira en todos los establecimientos del centro egarense. “Nos planteamos esta campaña de una manera muy positiva. Creemos que irá bien. De hecho los cuatro días que llevamos de rebajas están yendo muy bien. El tiempo también nos acompaña mucho”, destaca Maria Pau Marimón, de la zapatería Casas. Esta opinión coincide con la de Judit Domenech, de AG25 “Somos positivas y optimistas. Si no lo fuésemos al empezar iríamos mal (ríe). Pero parece que sí, que todo irá muy bien”.
Esperar los descuentos
La actitud del consumidor sigue siendo la misma que la de otras temporadas al llegar este periodo. Al menos esto es lo que notan en los establecimientos. “La gente sigue esperando a que lleguen las rebajas para comprar. Ven algo y piensan que ya lo comprarán cuando sea época de descuentos”, declara Marimón. Así lo corrobora Miriam López, que bolsa en mano confiesa: “Hace semanas vi un vestido que me gustaba pero me pareció demasiado caro y decidí esperarme. No estaba segura de si lo encontraría pero lo he encontrado ¡Y mucho mejor de precio!”.
Este es uno de los aspectos que genera controversia. Pues mientras a algunos les parece que las rebajas animan las compras, otros comerciantes creen que se deberían replantear las campañas tal y como están estipuladas. “No puede ser que en febrero tengamos que vender ropa de verano y cuando llega el verdadero calor tengamos que iniciar las rebajas. De este modo lo que hace la gente es esperar a los descuentos para comprar. Y en septiembre que aún hace calor ya tenemos la ropa de invierno pero siguen las rebajas y las ofertas. Está mal planteado. Lo que se tendría que hacer es adaptarse a la situación real del país, al nuevo clima que tenemos”, manifiesta Hemi Mata, propietaria de la atelier con el mismo nombre.
Ella es una de las que se ha esperado al inicio oficial para empezar las rebajas, aunque asegura que su clientela no varía mucho durante la campaña, porque se trata de “un establecimiento diferente donde también se hacen talleres y se venden muebles además de ropa”.
También hay opinión para todos los gustos en cuanto a los descuentos. Así, mientras para Paula Portés son “más o menos igual que el año pasado” para Helena Jiménez son “peores, al menos en este inicio de campaña”. No obstante, en algunas tiendas como en Shana o AG25 se puede encontrar ropa a 5 o 10 euros y por regla general los descuentos oscilan entre el 20 y el 40 por ciento.
El primer fin de semana de rebajas coincide con la fiesta mayor, hecho que los comercios -sobre todo los del centro- aprovecharán para abrir. Aunque se muestran un poco escépticos y no están seguros de si los clientes estarán para comprar o se centrarán solo en la fiesta.
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