Los expertos dicen que es un hito en el tratamiento cardiaco, con una metodología de implante más rápida, menos invasiva y que consigue reducir complicaciones.Un total de diez hospitales españoles empezarán a utilizar el marcapasos sin cables más pequeño del mundo después que éste haya obtenido, el pasado mes de abril, el marcado CE. Además, está previsto que, a finales de este año, el uso de esta tecnología de estimulación cardiaca se utilice en más de una veintena de hospitales (dos de ellos en Barcelona) y que se hayan implantado más de 100 dispositivos.
La Sociedad Española de Cardiología (SEC) hace hincapié en el avance que supone este dispositivo mínimamente invasivo disminuyendo las posibles complicaciones. Cabe destacar que uno de los problemas principales de los marcapasos actuales son las infecciones por causa de los cables (endocarditis). Así, este marcapasos, al no usar cables, elimina por completo la posibilidad que estos se rompan y disminuye el riesgo de infección y de hematomas.
Con una décima parte del tamaño del marcapasos actual, este dispositivo se coloca directamente en el corazón mediante un catéter insertado a través de la vena femoral. La principal ventaja de esta tecnología es que no requiere del uso de cables para ofrecer terapia de estimulación; más bien, está unido al corazón a través de pequeñas patas y proporciona impulsos eléctricos a través de un electrodo en el extremo del dispositivo. En contraste con el procedimiento actual de implante del marcapasos, este no requiere de incisiones quirúrgicas en el pecho ni de la creación de ningún "bolsillo" debajo de la piel. Esta novedad elimina las posibles complicaciones derivadas del acceso de los electrodos y de la colocación del generador. Además, elimina cualquier signo visible del dispositivo.
Los beneficiarios
Este dispositivo está especialmente indicado para aquellos pacientes que no precisan de estimulación en la aurícula, que supone entre un 30% y un 50% de las personas que necesitan un marcapasos. Así, los pacientes más adecuados para beneficiarse de esta tecnología son los pacientes ancianos, con riesgo de complicaciones derivadas del implante que frecuentemente reciben un solo electrodo en la actualidad. Pero también pacientes jóvenes que no quieran ver limitada la movilidad del brazo, así como aquellos que han padecido una infección de un marcapasos previo.