Al principio parecía un sabotaje, uno más en las máquinas de recaudación de la zona azul, pero pasada esa primera impresión a bote pronto se comprobó que la intención de quienes habían horadado los parquímetros no era saboteadora, sino económica: habían violentado con maña los aparatos para sustraer el dinero de su interior. La razia delictiva fue perpetradoe el lunes y el martes, cuando menos, en parquímetros del Centre y otros sectores, como la calle de Prat de la Riba o la Rambla de Sant Nebridi.
Seguramente más de un ladrón está detrás de la sucesión de robos con fuerza. Y no se trata de rateros sobrevenidos. Habida cuenta de cómo ejecutaron los golpes, saben lo que tienen entre manos. Según ha trascendido, los autores de las sustracciones hacen uso de taladros para perforar los parquímetros por un costado y abrirlos, para luego hacer agujeros para dejar al descubierto los cajetines, los depósitos que guardan las monedas recaudadas.
Así, máquina tras máquina, los delincuentes se hicieron el lunes (se supone que de madrugada) con unos 2.900 euros en metálico, botín conseguido en parquímetros del Centre y de la Rambla de Sant Nebridi, en Cementiri Vell.
Egarvia avisó a la Policía Municipal, que inspeccionó las máquinas violentadas, las fotografió y elaboró actas de daños antes de que la empresa municipal de la grúa y la zona azul procediese a arreglar los aparatos de regulación o a sustituirlos por otros.
La policía inició las indagaciones para esclarecer la ola de robos el mismo lunes. Y el lunes, por la noche, y el martes, por la madrugada, el comunicado sobre las perforaciones de los parquímetros fue difundido entre las dotaciones que patrullaban Terrassa en la franja horaria nocturna, por si los ladrones volvían a actuar. No parecía muy factible, teniendo en cuenta la temeridad que podía acarrear una repetición de los robos en tan corto intervalo, pero ocurrió.
Por segunda vez
Los saqueadores de parquímetros volvieron por sus fueros. Poco después de las ocho de la mañana del martes, la empresa Egarvia alertó de nuevo a la Policía Municipal. En principio, se registraron robos, al menos, en un aparato situado en la calle de Prat de la Riba y en otro instalado en la calle de la Igualtat. No ha trascendido la cuantía de lo sustraído. La policía, que realizó un informe ampliatorio sobre los daños, prosigue con las pesquisas para dar con los autores de estos peculiares robos con fuerza. El análisis de las imágenes de cámaras de seguridad se antoja crucial para la resolución del caso.