No era el pleno más político, pero sí el más estratégico. El jueves por la noche, la oposición buscaba escenificar su poder de bloqueo ante el gobierno en minoría del PSC, pero éste dejó claro que en el arranque del mandato cuenta con suficientes aliados.
El ejecutivo de Jordi Ballart logró aprobar todos y cada uno de los dictamenes que se sometieron a debate y lo hizo con el apoyo de CiU, que votó en bloque con la bancada socialista, y el de Ciutadans, que tras ofrecer su “mano tendida, pero no gratis”, aseguró con sus tres votos la aprobación de los dos temas más relevantes de la sesión: los nuevos sueldos de los cargos públicos y la contratación de tres asesores.
El pleno dio vía libre a las nuevas retribuciones propuestas por el PSC. El alcalde de Terrassa recortará su sueldo un 15 por ciento (un 10 por ciento obligado por ley y el 5 restante a propuesta de su grupo), pasando a cobrar 5.427 euros brutos al mes. Los tenientes de alcalde verán reducida su nómina un 3 por ciento (4.733 euros) y el resto de cargos electos renunciarán a un 1 por ciento de su mensualidad.
El dictamen prosperó por la mínima. El sí del PSC y de CiU sumó los mismos 12 votos que el no de TeC, ERC, el PP y la CUP y Ciutadans se abstuvo. Ante el empate, el voto de calidad del alcalde garantizó que las nuevas retribuciones salieran adelante.
“La rebaja supone 37 euros menos al mes en algunos casos”, dijo el concejal de TeC Xavier Matilla, cuyo grupo proponía un recorte del 30 por ciento que fue desestimado. También fracasó la propuesta del PP de suprimir las dedicaciones exclusivas de la junta del gobierno y de los portavoces y recortar un 10 por ciento las nóminas de los tenientes de alcalde. Y la moción de las CUP, que entre otras cosas defendía rebajar los sueldos de todos los cargos electos a 1.621,50 netos al mes.
El dictamen de las retribuciones dio lugar a uno de los debates más intensos de la noche. Matilla recordó al ejecutivo que las alcaldesas de Barcelona, Ada Colau, de Madrid, Manuela Carmena, de Zaragoza, Pedro Santisteve, o de Badalona, Dolors Sabater, se han recortado los sueldos de manera drástica. “Con la rebaja del 30 % -dijo-que proponemos su nómina sigue siendo más alta que la de ellos. No hacemos populismo, le pedimos que haga un gesto en un momento grave como el actual”.
El portavoz socialista Alfredo Vega defendió que hoy “la queja de la población no es que los políticos cobren demasiado, tiene que ver con cómo gestionan, con que sean honestos”. El político aseguró que las nóminas de los electos “le salen a cada ciudadano a menos de 45 céntimos al año”, para insistir en la necesidad de que los sueldos se ajusten a la dedicación y responsabilidad de cada cargo.
En los mismos términos se expresó Miquel Sàmper, de CiU. Insistió en que “un concejal trabaja de lunes a domingo. Queda fatal decir que la política está mal pagada, pero en Terrassa hace 7 años que los sueldos están congelados. Las retribuciones tienen que ser dignas”, defendió.
El comentario le valió la réplica del republicano Isaac Albert. “¿Dónde ponemos el listón de la dignidad -le preguntó-. Estamos hablando de poco dinero. La ciudadanía quiere gestos que permitan recuperar la confianza en la política”.
El dirigente independentista explicó que su no a los sueldos del PSC buscaba también poner en cuestión la estructura del ejecutivo, con cinco tenientes de alcalde y 8 dedicaciones exclusivas. “Le recuerdo que cuando usted gobernaba con nosotros eran 18 las dedicaciones exclusivas”, le reprochó Vega, que aprovechó la oportunidad para explicar que, a su juicio, “la estructura actual del gobierno, con sólo 9 personas, es muy corta para una ciudad como Terrassa”.