Este sábado la iglesia evangélica Bethel acogió el concierto de fin de curso de los niños que durante el año han seguido el Proyecto Música al Barri organizado por la ONG Manantial de Vida. Se trata del tercer año que se lleva a cabo esta iniciativa que según su organizadora, Lidia Muniesa, “crece año tras año”.
De hecho hubo una buena afluencia de público, con unos 90 asistentes según pudo contar Muniesa. Además añade otro dato positivo: “La mayoría eran familias jóvenes y niños, el público que estábamos buscando porque es la gente a la que queremos llegar”. También asistieron autoridades egarenses como la primera teniente de alcalde, Rosa Ribera, y la regidora Lluisa Melgares.
El concierto, que empezó a las doce del mediodía y duró una hora, contó con la participación de 15 estudiantes de entre 5 y 13 años de distintas nacionalidades. Y es que una de las finalidades del proyecto es promover la integración entre los niños de Ca n’Anglada para mejorar así la vida en el barrio.
De este modo los pequeños músicos pudieron ofrecer una muestra de lo que han aprendido durante el curso gracias al Proyecto Música al Barri de Manantial de Vida. La ONG les ha entregado un programa con un “buen nivel” según afirma la directora y también ha facilitado pianos iniciales a los niños que no tenían acceso a ningún instrumento. “Con todo ello lo que queremos es que los chiquillos tengan la música a su alcance y se acerquen a ella de una manera lúdica. Así se enriquecen, aprenden una educación en valores, que es nuestro objetivo”. Muniesa añade: “Además, durante estos tres años que llevamos con el proyecto hemos mejorado mucho, en todos los aspectos. Desde el número de participantes y de asistentes, hasta el nivel de los chicos, pasando por la seguridad que tienen cuando salen al escenario, entre otras cosas”.
La ONG volverá a instalar una parada con un piano durante la fiesta mayor de Ca n’Anglada, que tendrá lugar del 10 al 12 de julio. Lo hará por cuarto año consecutivo y gracias a la ayuda de los comerciantes del barrio, que se lo montan todo gratuitamente. De este modo Manantial de Vida puede seguir con su objetivo de acercar la música a los “lugares más difíciles, como puede ser Ca n’Anglada” según explica Lidia Muniesa.
Durante un día los chicos que forman parte del proyecto Música al Barri interpretarán las piezas que han aprendido a lo largo del año y no tuvieron tiempo de tocar durante el concierto. “Se lo pasan genial” subraya la directora, quien destaca que es una experiencia única.
“En las horas más bajas, como puede ser el mediodía que no hay nadie tocando el piano, se acercan chiquillos curiosos, sobre todo marroquíes, que cotillean y toquetean. A ellos les enseñamos como ponerse delante de un piano, a tocar bien las teclas… intentamos que les entre el gusanillo. Es muy divertido”, afirma Muniesa.
