El curso escolar tiene las horas contadas. La mayoría de escuelas celebrarán actividades especiales para decir hoy adiós a aquellas promociones de alumnos que cambian de centro, como los de 6º de primaria en colegios públicos o como los de bachillerato y FP que, tras finalizar sus estudios posobligatorios, iniciarán un nuevo camino formativo o laboral.
El final lectivo ha vuelto a dejar un sabor agridulce a tenor de docentes y padres consultados por este diario. Agridulce porque, a pesar de los tiempos que corren, maestros y profesores se sienten bastante satisfechos del trabajo colectivo e individual que desarrollan con sus alumnos pero al mismo tiempo dicen estar preocupados porque las políticas educativas que se aprueban y desaprueban no les garantizan la estabilidad que necesitan.
El curso se despide con dos asignaturas que se arrastran desde hace tiempo: la ley Wert (Lomce) sobre el sistema educativo y los recortes. La polémica reforma del ministro del PP se ha visualizado en este ejercicio con la implantación de las pruebas de competencias básicas en 3º de primaria. Pero su mayor impacto, si no cambian las cosas tras las elecciones generales de noviembre, tendrá efecto a partir del 2015-16 cuando la Lomce empezará a extenderse a la ESO y al bachillerato.
Emili Bars, director del Institut (INS) Ègara y representante en la junta central de directores de secundaria pública, considera que la Lomce sigue planteando muchos interrogantes. "El curso que dejamos forma parte de una transición a la espera de las elecciones autonómicas y centrales. En este momento todo es una incertidumbre. ¿Se aplicará la Lomce? Pues, no lo sabemos. Esta ley propone cambios en dos cursos de la ESO, en 1º y 3º en 2015-16 pero afectará poco según Ensenyament que es quien da las instrucciones".
Maria Teresa Claret, directora de El Cim, también lo estima de este modo aunque tiene algunas dudas con respecto al nuevo curriculum que sugiere Wert, que apuesta por una homogeniedad de las asignaturas troncales (matemáticas, inglés y materias de las áreas de ciencias y sociales) mientras que relega las específicas (educación física, religión o su alternativa sobre valores, música y plástica) a las comunidades autónomas. "La ley propone flexibilidad -dice Claret- en las específicas y esto puede perjudicar al alumno de cursos intermedios que quiera cambiar de centro porque igual hay currículos distintos".
La cuestión que más preocupa de la Lomce, si cabe, es el doble itinerario en la ESO y las evaluaciones a final de esta etapa y bachillerato. Al respecto, Claret, de El Cim, significa que "plantear una doble vía en 3º de ESO para el bachillerato o la FP es segregar porque en ese momento es difícil tomar una decisión para orientar el futuro del alumno".
Bars, por su parte, se muestra cauto con las reválidas en la medida que aún queda mucho camino por recorrer. "La reválida para la ESO llegará en 2016-17 pero la primera con efectos académicos es para el 2017-18. Falta mucho tiempo y más teniendo en cuenta que hay una elecciones generales a la vista que pueden dar marcha atrás". Reválidas al final de etapa que en el caso del bachillerato supone la eliminación de la selectividad. También este aspecto ha despertado polémica por entender que cada universidad tendrá vía libre para regular su acceso. Y en el ámbito universitario, Wert también ha implantado la introducción de grados de 3+2, (tres años de carrera y dos de másters), que no gusta al alumnado por considerar que los estudios se encarecen con respecto al modelo actual del 4+1 (cuatro años de carrera y uno de máster).
Ley Wert aprobada pero sin saber a ciencia cierta qué inversión se requiere para aplicar los cambios que para muchos persiguen más el objetivo de evaluar y competir que el de aprender. La reforma del PP, además, llega cuando los recortes en el sector (el gasto en Educación ha caído en más de 6.400 millones desde 2010) están todavía muy presentes. Carles Lázaro, director de la Escola Salvador Vinyals y representante en la junta central de directores de primaria, explica que "muchos centros con alumnos en situación desfavorecida no hemos notado más aportaciones para becas y ayudas para el material y la dotación informática". Lázaro si admite que ha mejorado algún aspecto como los recursos docentes. "Las sustituciones van más deprisa". Bars, del INS Ègara, coincide con su homólogo en la pública. "Se ven algunos indicios, por parte de Ensenyament, de que la situación revierte para mejor y eso hace suponer que los recortes empiezan a desactivarse". No opinan por igual los padres. Xavier Pérez, delegado de la Federació d’Associació de Pares d’Alumnes, Fapac, considera que "el sistema educativo se ha resentido, especialmente en la pública. Hay grandes profesionales que luchan contracorriente pero no dan abasto porque en las aulas hay muchas necesidades y diversas. La calidad es precaria.". Pérez reprueba a los políticos que gobiernan y considera que se toman decisiones unilaterales (citó como ejemplo la Lomce) sin tener en cuenta a la comunidad educativa. El delegado insistió también en la inmersión lingüística, para decir que este debate ya no debería surgir porque el modelo en Catalunya funciona".