Poco le faltó para multiplicar por cuatro la tasa máxima de alcoholemiia permitida cuando le hicieron la prueba; sopló después de que lo parase la Policía Municipal luego de una persecución porque el coche había escapado cuando estaba a punto de llegar a un control. Y el conductor tenía suspendido el carné. Acabó detenido.
Faltaban unos diez minutos para la una de la madrugada del miércoles cuando la policía local dispuso un control de vehículos en la carretera de Montcada. A la 1.40 un coche se acercó al punto de control, pero lo burló y se encaminó hacia Torre-sana. Unidades policiales lo persiguieron y los agentes observaron que en el cruce de la calle de Astúries con la de Compostel·la el coche golpeó un bordillo y, a resultas de la sacudida, se le hizo trizas la luna trasera.
El automóvil fue interceptado. Mientras un policía contactaba con Eco-equip para que unos operarios limpiasen la calle de cristales, otros comprobaban los datos del conductor en el sistema de información policial. Al individuo le constaba una suspensión temporal del permiso, dictada por un juzgado de lo penal, que finalizaba el 14 de diciembre de este año.
El conductor fue trasladado a la Jefatura de la policía local para efectuar las pruebas de alcoholemia de precisión. La primera arrojó una tasa de 0,89 miligramos. La segunda, una de 0,94, ambos resultados constitutivos de infracción penal. Debido al concurso de delitos contra la seguridad vial (la alcoholemia positiva, la suspensión del carné), el hombre fue detenido.