Terrassa

Robo en un taller de plancha

Juanma vio ayer a un intruso en su taller de plancha. El sujeto se metía las manos en los bolsillos, donde había introducido 4.400 euros que encontró al registrar el despacho. Intentó Juanma retener al ladrón, pero éste lo agredió, forcejearon, cayeron ambos al suelo y el asaltante logró escapar en un coche que minutos después fue interceptado por la Policía Municipal. Dos tipos fueron detenidos, pero el dinero no apareció. Quizás había un tercero, un compinche. Juanma resultó herido en el trance, dolorido de la espalda.

El robo con violencia y otro intento de robo previo en otro local ocurrieron poco antes de las once de la mañana en la calle de Baldrich, en el tramo de Segle XX. Primero, un individuo entró en un taller mecánico y caminó unos pasos por el interior del local, con la intención de hacerse con algo de valor, pero el responsable lo pilló, le pidió explicaciones y, con gesto tajante, lo expulsó. El tipo se hizo el despistado, murmurando algo sobre la busca "de unos tubos". De aquí no pases, le dijo el mecánico. De aquí, de la puerta hacia adentro. El ladrón permaneció fijo unos segundos en la acera, mirando al interior del taller, pero se acabó marchando.

No fue muy lejos, parece. El bendito azar quiso que por la calle de Baldrich, por aquel tramo, pasase un agente de la Policía Municipal caminando, y el responsable del taller lo paró y le explicó el intento de robo experimentado. Justo en aquel momento, a las puertas del local, testigo y agente vieron a un joven correr, con un hombre tras él. Era el malhechor, que había perpetrado un robo en otro taller, una planchistería, Tallers Pare Font, situada unos metros más abajo.

La víctima salía de una cabina cuando vio al ladrón después de que éste saliese del despacho con el botín. "Saca las manos de los bolsillos", le espetó. Y el tipo, como que no entendía nada. Terminaron en el suelo, Juanma sintió que le crujía un hombro. Se contracturó la espalda. El asaltante se levantó y echó a correr, y el planchista fue tras él, por instinto, por defender lo suyo.

Un coche esperaba al delincuente al doblar la esquina. El asaltante se metió en el vehículo, un Volkswagen Passat, y huyó. Varias personas lo persiguieron y un testigo anotó modelo, marca y matrícula del automóvil y se lo pasó al agente, que a pesar de la carrera que emprendió no pudo alcanzar al delincuente. Pero transmitió la información sobre el coche a la central, y una de las dotaciones que en aquellos momentos patrullaban la zona observó un automóvil sospechoso por la variante de la Nacional 150. Era el coche que buscaban.

Lo pararon. Dentro iban dos tipos, dos jóvenes de origen rumano, uno de 21 años, otro de 22, ambos vecinos de Santa Coloma de Gramenet. Los dos fueron detenidos por un delito de robo con violencia. Juanma, la víctima, recibió atención médica. Los 4.400 euros, que el hombre guardaba en el taller para unos pagos a realizar ayer mismo, no aparecieron.

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