La Escola La Llar afronta uno de los proyectos para la mejora de la movilidad de sus alumnos más destacados de sus últimos tiempos. El Ayuntamiento, titular del centro de la calle de Sant Isidre, ha decidido llevar a cabo una intervención en el edificio que tiene como principal objetivo instalar un ascensor para facilitar el acceso a los usuarios, muchos de los cuales son personas mayores y también hay personas con movilidad reducida.
Las obras, que se han adjudicado a la empresa Voracys por valor de 180.212 euros, ya han empezado y durarán tres meses por lo que se espera que el ascensor esté ya operativo el próximo curso 2015-16. Con esta actuación, el Ayuntamiento se adapta a la normativa en materia de accesibilidad.
Además del ascensor, la reforma incluirá diferentes modificaciones del edificio. La más relevante será el cambio de ubicación del acceso de la escuela. La entrada actual de la calle de Sant Isidre, que obliga a subir escaleras, se cerrará y se abrirá otra nueva en la fachada del edificio orientada en la plaza de Rosa Puig, situada entre la plaza de Jacint Verdaguer, la sede central de Correos y la misma escuela. En esta fachada es donde se instalará el ascensor adosado.
Con estas obras, la plaza de Rosa Puig tendrá una nueva función como entrada de los estudiantes al centro y como espacio de ocio en horas de descanso lectivo. El ascensor se situará en el ángulo de los dos cuerpos del edificio, que tiene forma de ele, de modo que estará dotado con un doble desembarcamiento a noventa grados, es decir que permitirá el acceso al edificio en dos direcciones diferentes. La estructura será metálica con partes traslúcidas y la iluminación propia del elevador reforzará el alumbrado de la plaza.
El nuevo acceso a la escuela, que será de mayor dimensión que el actual, dispondrá de una zona destinada al público para atender las necesidades del centro en época de matriculación que es cuenado hay mucha afluencia de personas. También se ubicarán en este nuevo espacio la secretaria y la dirección. Asimismo también se eliminará una escalera exterior que actualmente es visible desde la plaza de Rosa Puig.