El Grupo Mutuam cerrará su sede en Terrassa el próximo 15 de julio, según informa La Vanguardia. La decisión afectará a casi cuatro mil jubilados del sector textil a los que atendía históricamente en sus instalaciones. Tras el cierre de las instalaciones de Mutuam, éstos jubilados tendrán que acudir a los Centros de Asistencia Primaria (CAP) que les correspondan, ante lo cual los médicos alertan que puede colapsar la sanidad.
Mutuam cierra sus instalaciones debido al final de la concesión que hasta ahora tenía del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) que en los últimos años ha ido cerrando los centros de muchas partes de Cataluña.
La medida afectará a cerca de 25 médicos generales y especializados y fuentes médicas han explicado a Efe que no se ha ofrecido reubicar a los profesionales en los centros que atenderán a los pensionistas, como se ha hecho en otras integraciones.
Y es que fuentes del centro también aseguran que los 4.000 pacientes tendrán que ser “absorbidos” por los ambulatorios de la zona y las atenciones especializadas del Hospital de Terrassa y la Mutua de Terrassa, y alertan de que si no se incrementa el personal sanitario, esto provocará un “colapso” en los centros.
La reducción de Mutuam en el territorio viene de lejos y los primeros cierres tuvieron lugar cuando Marina Geli era consellera de Salud del tripartito catalán, y desde entonces se han cerrado las sedes de Girona, Manresa, Granollers o Sabadell, entre muchas otras.
“La entrada del actual modelo de sanidad pública y la crisis en el sector textil dejó ver que Mutuam no tenía futuro, pero nosotros igualmente llegamos a un acuerdo con los socios históricos a los que otorgamos unos derechos adquiridos”, ha explicado Geli en declaraciones a Efe.
Unos derechos que contemplaban, por ejemplo, que los jubilados de Mutuam pudieran recibir una atención médica más personalizada en los CAP en horas determinadas, mientras que la Generalitat aplicó durante años concertaciones privadas para no despedir a trabajadores.
El cierre de Mutuam de Terrassa significará el fin de una de las sedes con más afiliados con las que cuenta una mutua que ha acogido durante años a los jubilados de la industria del textil de zonas de Cataluña históricamente industriales, como el Vallès o la parte central de Cataluña.