La mayoría de alumnos aprueba las PAU (el año pasado fue un 94,7 por ciento) pero a pesar de ello este tipo de exámenes siguen causando angustia, nerviosismo y temor. Una de las causas que ayuda a estar inquieto es que la selectividad son tres días de exámenes, que se realizan fuera del centro de estudio habitual y con profesores que no conocen. La mayoría de estudiantes tienen que levantarse estos días, si sus exámenes son a las nueve de la mañana, muy trempano para llegar con la puntualidad británica a su tribunal de destino que, en el caso de Terrassa, son facultades del campus de la UAB en Bellaterra. Ayer, y un año más, el tema de desplazarse a la UAB fue comentado en los pasillos de las facultades. Los docentes comentaron que es incomprensible que una ciudad universitaria con cuatro escuelas de la UPC, escuelas de Negocios (Euncet) Cine (Escac), Enfermería (Euit) el Vapor y el Campus Vallparadís tengan que trasladarse a la UAB. Y es que el argumento del Ayuntamiento de que no hay espacios ni mobiliario adecuado no satisface al colectivo docente de secundaria que acompaña a sus alumnos en estos días de exámenes. Los profesores, como los llegados de Can Jofresa, insistían en que quizás el Vapor Universitari no es el idóneo pero que, seguramente, la UPC cuenta con las aulas que requieren este tipo de pruebas. Cabe recordar que el campus universitario de Terassa acoge siete escuelas universitarias y unos seis mil estudiantes presenciales.
