A la espera de que el variado programa de actos se reemprenda en Ca n’Aurell durante el próximo fin de semana, el barrio vivió el sábado y el domingo una primera parte de su fiesta mayor en que la cultura popular cobró una gran relevancia.
"En el pasacalles que tuvo lugar el sábado por la tarde había un buen ambiente. Con el calor que hacía en Terrassa, no podemos pedir más", indica Ivette Baldó, de la comisión de fiestas.
La "cercavila", en que tomaron parte miembros del Drac Baluk Astharot, discurrió tal como estaba prevista. Salió pasadas las cinco de de la plaza de Tetuán, recorrió el Parc de Sant Jordi y la Rambla d’Ègara hasta llegar a la plaza del Progrés, donde hubo hasta una exhibición de "country".
Ya en la mañana del domingo, la actividad se trasladó al Parc de Sant Jordi. Allí se habían programado actividades para los más pequeños.
Aunque el plato fuerte del día llegó más tarde, por la noche, con la organización de un "correfoc" que corrió a cargo del grupo de cultura popular Drac Baluk Astharot, Diables Maurina y las Forces Infernals de Poblenou, una entidad de Pineda de Mar.
Los saltos entre las chispas fueron la guinda en un itinerario que salió de la plaza del Tint para acabar en la del Progrés. "La verdad es que esperábamos menos afluencia de público y hubo bastante. En especial, de jóvenes", dice Baldó.