El Obispado de Terrassa celebró el domingo el Corpus Christi, uno de los jalones más significativos del calendario católico, y lo hizo con la participación de unos mil terrassenses en los actos litúrgicos, según los cálculos de la propia diócesis. Hubo procesiones, y alfombras florales en varias calles del Centre.
Josep Àngel Saiz Meneses, obispo de Terrassa, presidió la misa de las siete de la tarde en la Catedral del Sant Esperit, un oficio en el que el prelado clamó contra “la globalización de la indiferencia”, en palabras del Papa Francisco, y a favor de “la globalización de la caridad”. Repitiendo el mensaje de la Conferencia Episcopal Española, Saiz afirmó la necesidad de vivir “un doble centro de interés: Dios y los hermanos”. La diócesis egarense ya había subrayado la doble vertiente de la fiesta del Corpus Christi: la litúrgica, por un lado, y la caritativa por otro. La segunda se vivió con colectas especiales para Càritas Diocesana. La primera, con la Eucaristía y las procesiones, que tuvieron lugar, en Terrassa, en Les Fonts, Segle XX y el Centre.
La de la zona centro, con el Santísimo, empezó justo después de la misa y discurrió por los puntos donde unos veinte grupos de personas habían confeccionado alfombras de flores desde el mediodía. Antes del oficio religioso de las siete, el obispo Saiz Meneses ya había recorrido los sitios alfombrados para saludar a los grupos y felicitarlos por su trabajo.