Era un clamor en la plantilla de la Policía Municipal: el parque móvil del cuerpo se había quedado desfasado, sobre todo en lo referente a varios coches patrulla que adolecían de achaques continuados producto de la edad. Esta semana han salido a las calles, a patrullar, los diez nuevos automóviles del cuerpo municipal que el Ayuntamiento ha adquirido mediante un contrato de “renting”, de alquiler.
El recambio parcial está compuesto por vehículos de la marca Seat, modelo Altea XL 1.6 TDI, que han sido suministrados al Consistorio por la empresa BBVA Autorenting mediante un arrendamiento de cuatro años de duración. El presupuesto de la operación es de 739.224 euros, pero el Ayuntamiento prevé nuevas tandas de sustituciones que, no obstante, dependerán “de la disponibilidad presupuestaria” en próximos ejercicios.
Los automóviles llevan incorporados los elementos básicos para su función policial: asientos adaptados para trasladar detenidos con sistemas de seguridad en las puertas, los vidrios tintados y mamparas de separación, mas también sistema de radiocomunicaciones con emisora y receptor GPS, y en breve dispondrán de equipos informáticos integrados que permitirán la conexión de los agentes a bancos de datos. El parque móvil de la policía local comprende cuatro furgonetas, dos coches todoterreno, veintisiete turismos y cincuenta motos, una flota que el Ayuntamiento considera suficiente.